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sociedad - MARTES, 22 DE JULIO DE 2014

 

transporte

Una pasajera se queja del trato dispensado
a su mascota durante la travesía

CEUTA
G.B.J.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Mari Carmen Ortega Reyes viajó como tantas otras veces en barco de
Algeciras a Ceuta con su perrita Lola, nunca antes había tenido ningún problema, siempre había viajado con sus padres y su perrita situándose en la terraza de los diferentes barcos con el fin de no molestar a los demás viajeros. Pero en la tarde de ayer cuando se montó en el barco junto a su perrita Lola todo fueron problemas.

A pesar de ello la joven preguntó antes de comprar los billetes, si el barco estaba acondicionado para poder estar con su perrita en la terraza con el objetivo de no molestar a nadie. A lo cual le contestaron que si, que no tendría ningún problema. Después de la odisea de viaje tanto para la dueña de la perrita como para el propio animalito se ha dirigido a la Policía para interponer una denuncia a lo que los propios policías le han contestado que no serviría de nada, ya que dicho caso se archivaría y nada más. Nada más llegar a la terraza, un azafato sin ninguna educación se ha dirigido a ella, tratándola de muy mala manera en palabras de la propia víctima “Me han tratado peor que a un borrego, me he sentido impotente ante la situación, me han rodeado una serie de azafatas y policía del barco y me han obligado a meter a mi perrita Lola en una jaula cochambrosa que no reunía las medidas de higiene y limpieza adecuadas para meter dentro a ningún animal. Además del calor inhumano que ha hecho, la pobre Lola después de casi una hora y media de travesía ha salido de la jaula llorando, con diarrea y vómitos con la consecuencia de que he sido increpada y amenazada por una de las azafatas”. Además ante la difícil situación vivida por la joven Mari Carmen, decidió pedir la hoja de reclamación la cual le negaron. No es la primera queja que se recibe de esta índole, “Parece que en este tipo de casos si no se muere la pobre criaturita no se consigue nada, a mi se me ha descompuesto el cuerpo viendo como mi pobre Lola salía de la jaula, me duele más por ella que por mi”. Y es que las formas son las formas, a pesar de las normas del barco en cuestión “Deberían tener las zonas para las mascotas de manera impecable con su correspondiente bebedero y no de forma mugrienta como las tienen”.
 

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