El terrorismo, tanto autóctono como internacional, continúa
suponiendo una de las principales amenazas para la Seguridad
Nacional, y combatirlo en todas sus dimensiones constituye
una prioridad para el Gobierno de España, según se pone de
manifiesto en el informe sobre Seguridad Nacional
correspondiente a 2013 y que fue presentado recientemente
por Jorge Moragas recientemente
Según se explica en el documento y en lo que respecta al
terrorismo internacional, es importante señalar que en 2013
no se perpetró en España ninguna acción de índole terrorista
vinculada a grupos de carácte internacional. Sí se produjo,
en cambio, un aumento significativo del número de detenidos
relacionados con este terrorismo, con un total de 31
personas, 20 de ellas vinculadas al yihadismo y otras 11 a
grupos terroristas internacionales (PKK y Sendero Luminoso).
En 2012 el número de detenidos había sido de 9. La mayoría
de las actuaciones contra yihadista se llevaron a cabo en
Ceuta y la ciudad ha sido una de las zonas que ha registrado
una actividad importante en el envío de personas para la
zona de conflicto, y es que para el terrorismo de carácter
yihadista, según se explica en el informe, España continúa
representando un objetivo prioritario. Esta amenaza tiene su
origen en tres grandes ámbitos: las organizaciones
terrorista implantadas fuera de nuestro país; las células o
grupos presentes en España, que actúan siguiendo las
instrucciones de esas organizaciones; y los actores
solitarios que, de forma autónoma e independiente, y tras
sufrir un proceso de radicalización, intentan cometer
ataques terroristas.
España es uno de los países en los que actúan redes
yihadistas que reclutan a jóvenes para enviarlos a cometer
atentados en lugares donde se desarrolla un conflicto armado
y en Ceuta ha sido uno de los puntos importantes en los que
las Fuerzas de Seguridad del Estado han realizado varias
acutaciones logrando desmantelar varios grupos.
Todo ello supone una nueva amenaza para la Seguridad
Nacional en la medida en que esas personas, una vez
alcanzados los conocimientos técnicos y el nivel de
radicalización necesarios, pueden regresar a España y
representar un riesgo potencial de atentados en territorio
español, como fue el caso del ceutí Abdeluahid Sadik Mohamed,
acusado de participar en la ‘guerra santa’ en Siria y de ser
integrante de la organización terrorista Estado Islámico de
Irak y Levante (ISIL), vinculada Al Qaeda el pasado 5 de
enero de 2014
Exaltación del yihadismo
La mayoría de las operaciones desarrolladas contra el
terrorismo de carácter yihadista se han dirigido contra
actores individuales que realizaban labores de proselitismo
y exaltación del terrorismo islamista y contra las redes de
reclutamiento asentadas en España, que han nutrido de
combatientes a las organizaciones terroristas presentes en
zonas de conflicto tales como Siria y Malí. En todas estas
operaciones se ha detectado el uso de Internet como una
herramienta fundamental para las redes terroristas, tanto en
la faceta logística como en labores de proselitismo,
propaganda y reclutamiento.
Por su parte, la amenaza terrorista de carácter yihadista
contra los intereses españoles en el exterior es
especialmente relevante en el Norte de África, el
Sahel,África Occidental y Oriente Medio.
Con respecto al Norte de África y el Sahel, varios países de
la zona, en especial Malí, Argelia, Libia,Túnez y Níger, se
vieron azotados en 2013 por atentados terroristas, entre los
que destaca el que tuvo lugar en Argelia, en enero de 2013,
contra la planta gasística de In Amenas.
Acciones de este tipo ponen de manifiesto que los grupos
terroristas que actúan en esa área lo hacen de manera
coordinada, atraviesan las fronteras con relativa facilidad
y reclutan a individuos de diferentes países, algo que se
entremezcla con los intereses de esos grupos por controlar
los tráficos de armas, drogas y personas, actividades que
les reportan importantes beneficios económicos.
La aparente disminución de la presencia de grupos
terroristas en Malí, como consecuencia de la intervención
internacional, en la que participan las Fuerzas Armadas
españolas, no ha venido acompañada de una reducción
equivalente de la amenaza en el Sahel. Por el contrario,
ésta ha evolucionado y afecta a otras zonas del Norte de
África, poniendo en riesgo intereses locales y españoles
presentes en dicho espacio.
Argelia ha llevado a cabo notables esfuerzos para aislar las
capacidades de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), grupo
terrorista que actúa principalmente en áreas rurales y en
las fronteras Sur y Sureste del país. Este esfuerzo ha sido
realizado también por Marruecos.
Libia, el refugio
Por su parte, Libia se enfrenta al riesgo de convertirse en
refugio y campo de acción de redes terroristas, en
particular de AQMI. La inestabilidad que vive el país desde
la caída del régimen de Gadafi y la degradación de las
instituciones de seguridad han facilitado la presencia y las
actividades de AQMI. Desde la UE se considera que existe un
riesgo crítico de nuevos ataques terroristas con acciones
vio lentas contra intereses occidentales, incluyendo el
secuestro de ciudadanos europeos, habida cuenta del grave
problema en relación con el control de sus fronteras. La UE
está tratando de contribuir a solventarlo a través de la
Misión de asistencia y gestión integrada de las fronteras en
Libia (EUBAM-Libia) aunque no se prevé una solución del
problema a corto plazo.
En relación con el conflicto en Siria, la presencia y
actividad de voluntarios yihadistas originarios de España o
de otros países de nuestro entorno es motivo de especial
preocupación. Las estructuras de reclutamiento,
adoctrinamiento y facilitación del desplazamiento hacia
Siria constituyen un riesgo sustancial para la Seguridad
Nacional. Habida cuenta del peligro que supone el retorno de
esos “combatientes” a sus lugares de origen, la
neutralización de dichas estructuras merece un especial
esfuerzo.
Otros países
Junto a los anteriores grandes focos de amenaza terrorista,
debe prestarse igualmente atención a otros países y regiones
donde actúan grupos terroristas que, eventualmente, podrían
suponer una amenaza para la seguridad y los intereses de
España. Entre ellos cabe mencionar Iraq, la Península
Arábiga, Yemen, Pakistán o Afganistán.
Para su persecución, en España destacan dos actuaciones
dirigidas por el CNCA: la organización de un Grupo de
Trabajode Análisis Legislativo en materia de Lucha contra el
Terrorismo de carácter Yihadista y la Radicalización, en el
que se analizan diversas iniciativas de reforma en los
diferentes ámbitos legislativos donde se han detectado
circunstancias que están impidiendo actuar contra personas u
organizaciones que, de forma directa o indirecta, ponen en
peligro nuestra seguridad y nuestro modelo de convivencia; y
el desarrollo del Plan de Lucha Contra la Financiación del
Terrorismo Yihadista, que impide obtener los fondos los
terroristas.
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