El ministro de Educación ha
atendido las demandas de la Comisión Islámica de España y la
Unión de Comunidades Islámicas, para que la Religión de este
credo religioso se imparta en Educación Secundaria. Si hasta
ahora había cursos pilotos en Ceuta y Melilla en Educación
Primaria, el objetivo actual es abrir nuevas posibilidades
en este segmento educativo, a la vista que hay colegios con
una mayoría de alumnos de religión islámica. Un objetivo
bien visto en el Ministerio según las entidades islamicas.
Si Ceuta es una ciudad que hace de la convivencia su bandera
y de la integración un axioma, es evidente que se requiere
trasladar estas cuestiones al ámbito educativo. Desde el
Ministerio de Educación, en opinión de los representantes
islámicos, se ha visto la propuesta con posibilidades y se
ha apreciado inclinación para ponerla en práctica. Un
síntoma positivo en las ciudades de Ceuta y Melilla, donde
la realidad social viene marcada por un síntoma claro y
evidente: la multiculturalidad.
El sistema educativo ha de abrirse a las nuevas opciones que
surgen por la propia dinámica social. Con altura de miras y
horizonte amplio, hay que abordar estas cuestiones que nos
llevan a interpretar una realidad evidente. Si la educación
tiende a formar a los hombres y mujeres del mañana, en el
presente, en el hoy, no pueden cerrarse opciones y
alternativas a una formación completa y a la educación
tendente a integrar el crisol de culturas existentes en
Ceuta.
Wert parece haber sido receptivo a quienes requirieron de su
departamento la suficiente sensibilidad para integrar la
enseñanza de Religión islámica en Secundaria y la sociedad
ha de saber aglutinar la diversidad de Ceuta en las propias
aulas.
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