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La baja asistencia de público al
Parque Marítimo conlleva a soluciones drásticas para
estimular la afluencia de público al centro de ocio y
turísmo más importante de Ceuta. La llamada de atención de
los empresarios allí instalados, que se ven afectados por el
descenso en un 50% de la asistencia en relación al pasado
año, les lleva a reclamar la bajada de precios en entrada al
recinto que, en el caso de un pensionista es de 4,8 euros.
Cantidad que, teniendo en cuenta que la asistencia es por
parejas o a nivel familiar, habría que preguntarse cuánto
paga una familia por disfrutar de este recinto en una
jornada, incluyendo la comida.
La comparativa que establecen los empresarios con los
precios de los Lagos Martianez de Tenerife, obra del mismo
César Manrique, es exageradamente elevada para nuestro
recinto de turismo y ocio, que casi duplica su precio de
acceso para el público, mientras que en la ciudadad canaria
cuesta solo un euro para los residentes. Si en época de
crisis, cuando se han sufrido recortes y mermas en los
salarios, el Parque Marítimo no es sensible a estas
circunstancias personales y familiares, es que está en otra
órbita y abocado al fracaso.
Se requiere más sensibilidad con el ciudadano, para que la
clientela al Parque Marítimo del Mediterráneo no descienda
de manera tan brutal y, por otra parte, estimular la
posibilidad de negocio de los empresarios, que se ven
afectados de forma directa por la negativa incidencia de los
elevados precios de acceso al Parque. Los establecimientos
comerciales del interior del recinto de ocio no tienen razón
de ser sin clientela suficiente que les permita defenderse.
De ahí que, si no se contemplan precios asequibles
“anticrisis”, el fracaso está garantizado. Aún es tiempo de
rectificar.
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OPINIÓN / EDITORIAL
