La profesora de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Hanan
Saleh Hussein ha asegurado que “el suicidio es la muerte que
más honra a un soldado musulmán, puesto que el hecho de que
los yihadistas acaben convertidos en mártires supone su
dignificación como persona, siendo un honor para los suyos”.
“Como tal, el sagrado libro del Corán quiso mitificarlos en
forma de Suras, que hablan de los placeres que encontrarían
esos mártires en el paraíso una vez que hayan abandonado
este mundo ofreciendo sus propias vidas. Es como un premio
que, en mi opinión, el Corán quiso ofrecer a los hombres que
dan su vida en nombre de Alá y del Islam”, ha asegurado.
Saleh Hussein ha hecho estas declaraciones durante la
celebración del ‘Curso intensivo de lenguaje yihadista. Cómo
detectar un posible perfil terrorista a través del lenguaje
árabe hablado y el lenguaje no hablado’, que se celebró los
días 10 y 11 de julio en la Universidad Pablo de Olavide en
Carmona (Sevilla) dentro del marco de los cursos de verano y
que dirige esta experta.
Perfil yihadista
Este seminario aborda el perfil del yihadista desde dos
puntos de vista: “el musulmán creyente, que entiende la
Yihad como una lucha interna contra la inmoralidad; y el
terrorista, para el que la Yihad se utiliza contra el
enemigo externo personificado en el mundo occidental”.
“Por la actitud tan similar que comparten los dos perfiles,
a veces pueden confundirse”. Por lo tanto, los conocimientos
que se han ofrecido1 en este curso universitario, tanto en
el campo del lenguaje árabe hablado como en el lenguaje
corporal, ayudarán a los asistentes a delimitarlos de una
forma más clara. Según ha explicado esta experta, “existe un
completo acto religioso previo al suicidio, pero las
palabras más usadas son ‘Allah Akbar’, cuyo significado es
‘Dios es grande’”. Aunque esta profesora admite que hay que
saber leer e interpretar bien el Corán para conocer en qué
caso ha permitido este libro sagrado que “se luche hasta
matar”.
“La ideología de un terrorista yihadista se basa en el miedo
a la invasión religiosa, ideológica, económica, tecnológica
y todo aquello que representa su identidad religiosa,
cultural y modo de vida. Es decir, que atacan cuando ven el
peligro que supone la posibilidad de un cambio que podría
derrumbar su mundo”.
Y añade que “es allí cuando consideran que su libertad de
escoger ese modo de vida le otorga el derecho a luchar sin
límite ni restricción hasta la muerte contra todo lo que se
considere una amenaza”, según la profesora.
Abismo
Con respecto a cómo sería un Estado y una sociedad gobernada
por yihadistas, Hanan Saleh sostiene que “un gobierno
yihadista podría arrastrar a un país a un abismo del que
sería imposible salir. Así lo entiendo como egipcia y,
después de lo ocurrido en mi país desde el año 2010, así lo
creo con firmeza.”
“Tuvimos nuestro horror de ‘primavera árabe’, en mi opinión
una denominación inoportuna porque en ese conflicto perdimos
a nuestros hombres, jóvenes o soldados. El egipcio ha
derramado la sangre del egipcio, de su hermano, vecino,
amigo, compañero, ha reinado el horror de la guerra donde
antes había armonía entre musulmanes y cristianos”,
sostiene.
Aunque reconoce que ahora se está tratando de reconducir
Egipto, cree que aún queda mucho por hacer, aunque nunca
bajo el “mando de los yihadistas, puesto que el fanatismo y
el extremismo nunca fueron buenas herramientas para manejar
los asuntos de los países”.
“La locura de las religiones nos demuestra una vez más lo
fácil que es manipular la mente humana bajo las falsas
ideologías”, asegura la profesora.
|