La Sociedad Española de Ornitología en Ceuta (SEO), ha
denunciado ante la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta unos trabajos realizados por la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, consistentes en
“la limpieza de los cauces de los arroyos y torrentes que
vierten sobre el embalse del Infierno, utilizando una
excavadora de gran tamaño que ha arrasado absolutamente con
toda la vegetación y con toda la fauna que había en los
mismos”.
Según la SEO “estos trabajos se han realizado en periodo de
reproducción de aves, por lo que se han destruido todos los
nidos de las especies de aves y de otros grupos taxonómicos
que nidifican en el suelo, especies que están incluidas en
el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección
Especial”.
Asimismo “se ha arrasado con todo el matorral y se ha dejado
todo el terreno al descubierto. Las especies de matorral
eliminadas ni son exóticas, ni tienen comportamiento
invasor, ni provocan tapones en los cauces de los arroyos,
ni las zonas afectadas son proclives ni vulnerables a las
inundaciones”, destaca la SEO.
Por parte de esta Sociedad ya se ha solicitado en varias
ocasiones a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
que, a excepción de causas urgentes, “se eviten los trabajos
en periodos de reproducción para evitar molestias en este
importante ciclo biológico de las aves, también se le ha
planteado en las reuniones habidas con ocasión de los Ciclos
de Planificación Hidrológica y Talleres Participativos”.
“El uso de maquinaria pesada es desproporcionado, -subraya
Sociedad- toda vez que la limpieza podría haberse efectuado
con otro tipo de maquinaria más selectiva y respetuosa con
el medio ambiente”.
Por otro lado, en el año 2009 esta sociedad presentó una
denuncia por unos hechos relativamente similares acaecidos
en el Azud del Infierno, que afectó a Acebuches, Sauces de
arroyo y Adelfas, y a especies de aves como el Ruiseñor
Bastardo, la Curruca Cebecinegra, el Chochín y el Chagra del
Senegal.
También en el año 2013 se presentó otra denuncia contra la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por unos hechos
también similares realizados en el arroyo de Calamocarro. En
esta ocasión se arrasó con unos 200 metros de arroyo,
viéndose afectadas principalmente la Adelfa, Tarajes y Eneas
en cuanto a vegetación se refiere, el Sapo Moro y el Sapo
Pintojo en cuanto a anfibios y el Ruiseñor Común y el
Ruiseñor Bastardo en cuanto a aves. Estos hechos más
gravosos aún, pues se realizaron en la Zona de Especial
Protección para las Aves de Calamocarro-Benzú y el tramo
afectado ha sido catalogado en el borrador del P.O.R.N.G
como Zona de Conservación Prioritaria.
Sin embargo hasta la fecha “no ha habido resolución alguna
por los hechos denunciados anteriormente, si bien en el
Consejo de Medio Ambiente celebrado en junio de este año el
Sr. Consejero del Área se comprometió, ante la falta de
respuesta de la Confederación, a iniciar un Expediente
Sancionador”, señala la Sociedad.
Asimismo, y dado el modus operandi de la Confederación, se
solicita a la Consejería de Medio Ambiente que implante el
procedimiento oportuno para prevenir que acciones de este
tipo vuelvan a ocurrir.
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