La familia ‘okupa’ de San Amaro ha encontrado un final feliz
alternativo al desenlace que les esperaba hoy, día en el que
estaba fijado un desalojo oficial por parte del la juez que
acusó a Silvia Cabezón y su hermana de usurpación de la
vivienda en la que entró el pasado 2 de mayo. En la
sentencia se ordenaba a esta mujer a desalojar la vivienda
antes de hoy a las 10.30 horas. Pero la Policía no tendrá
que ir a San Amaro a sacarla a ella, sus cuatro hijos y su
nieta de la casa porque ayer inició la mudanza a una
vivienda de La Pantera que podrá alquilar. La propietaria,
tras conocer la historia de Silvia, contactó con ella para
ofrecerle alquilar su vivienda por 450 euros. Además, no le
cobrará la fianza, consciente de la situación que atraviesa
y de la falta de ingresos que tiene. Pero, aún así, Silvia
tiene que pagar el primer mes antes de que Servicios
Sociales le tramiten la ayuda. Gracias a la ayuda de sus
padres y del abuelo paterno de sus hijos, esta mujer contaba
ayer con la alegría instalada en su voz que podía hacer
frente a este pago y que sus hijos dormirán desde ayer en
una vivienda digna.
Tras pasar uno de los peores momentos de su vida, Silvia
espera empezar de cero una nueva vida en esta casa a donde
ha llegado “gracias a mis padres y mi suegro”, decía ayer,
emocionada. Además, también da las gracias a la atención que
le han prestado desde Asuntos Sociales y muy especialmente
la consejera del área, Rabea Mohamed. “Ha sido la única que
se ha preocupado por mi situación y la de mis hijos”,
asegura esta mujer.
|