El Gobierno central descarta que la liberalización del
precio de las bombonas de butano de menos de 9 kilos en
vacío vaya a conllevar un “aumento significativo” de precios
para los consumidores, y tampoco supondrá un impacto
adicional para los operadores al por mayor.
Así se recoge en la memoria de impacto normativo que
acompaña al decreto ley de Medidas urgentes para el
crecimiento, la competitividad y la eficiencia, donde se
decide liberalizar el precio de las bombonas ligeras de
butano, que son aquellas de entre 8 y 20 kilos que en vacío
pesan menos de 9 kilogramos, mientras se mantiene el precio
regulado para las de más de 9 kilos y se introduce la
obligación de reparto a domicilio por parte de una serie de
operadores.
En este documento, el Ejecutivo defiende su decisión de
liberalizar el sector del butano para poder alcanzar las
“condiciones de concurrencia y competencia del mercado”
exigibles, que “se han mantenido prácticamente constantes en
los últimos años”, teniendo el 75% del mercado peninsular
Repsol Butano y hasta el 100% en algunas provincias.
No obstante, también se reconoce que es “necesario proteger
a los consumidores más desprotegidos y vulnerables mediante
la creación de un bono social”, de difícil aplicación al no
conocerse el consumo real de cada ciudadano, por lo que “se
considera adecuado no liberalizar en este momento el precio
de venta de los gases licuados del petróleo envasado, sino
ir avanzando gradualmente hacia dicha liberalización”.
Distribucion
Por eso, se ha fijado que los operadores obligados a
repartir de forma domiciliaria la bombona serán Repsol
Butano en la Península y Baleares, Atlas en Ceuta y Melilla,
y Disa en Canarias. No obstante, el Gobierno revisará estas
condiciones cada cinco años.
“La actualización de la obligación de suministro a domicilio
no supondrá ningún impacto adicional para los operadores al
por mayor, ya que son mayoritarios en dichos territorios y
ya están actualmente realizando el suministro a domicilio a
precio regulado”, afirma el Gobierno, que exime al resto de
operadores de esta obligación.
Igualmente, liberalizar el precio de la bombona más ligera
-la inferior a 9 kilos- tiene ventajas medioambientales, de
prevención re riesgos laborales y de seguridad, a la vez que
mejora el servicio prestado al cliente, que no tendrá que
pagar “previsiblemente” más por esta fuente de energía.
La regulación eliminará además los contratos en exclusiva
entre operadores y distribuidores, de modo que en un mismo
camión de reparto podrán viajar bombonas de diferentes
marcas.
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