Buenos días, Ceuta.
Sigo bailando al son de los cambios climáticos, en pequeño,
con ventoleras y nubes negras que empañan mis vacaciones
dentro de otras vacaciones eternas.
Por las tardes suelo sentarme en una terraza pública de
cualquier bar o chiringuito que encuentro en mi lento
caminar y, ante un buen vaso del mejor bourbon dentro del
cual baila un trocito de hielo, repaso la prensa que suelo
llevar conmigo.
Mientras leo se va formando una media sonrisa en mi faz.
Esta media sonrisa se esculpe automáticamente cuando
compruebo que mis opiniones expuestas en este diario, mucho
tiempo atrás, quedan reconocidas en los hechos actuales de
la política del país.
La soledad del PP en el ruedo político queda patentemente
retratada en la marca, a fuego, de su evidente caciquismo.
Aunque un partido tenga mayoría parlamentaria, dentro de una
democracia real, está obligado a cumplir los trámites que
indican las leyes y pasar con las herramientas pertinentes.
Lo que está haciendo el PP, dentro del Gobierno, son
estocadas casi mortales al conjunto de la ciudadanía con sus
reales decretos, o decretos a secas, impuestos sin consenso
alguno y por la vía rápida.
Han toreado a la Comisión Permanente, sin ovación ni vuelta
al ruedo, con la liberación de varios sectores económicos
que benefician… ¿a quién benefician?, contesten ustedes.
Con unas 25 nuevas leyes, o modificaciones de leyes, con la
privatización de Aena, pasando por la regulación del sector
energético y la de los Registros Civiles, vulneran los
trámites parlamentarios a los que están obligados además de
cercenar buena parte de los derechos de los ciudadanos.
El cinismo que demuestran los peperos “…en momentos
difíciles económicamente lo menos que se puede pedir a todo
el mundo es responsabilidad”, es en realidad una ‘cacicada’
más, tal como viene sucediendo desde que mandaron sus
promesas a un lugar sucio y que demuestran el totalitarismo
con el que nos gobiernan y que realmente no favorece la
recuperación económica, salvo a los suyos.
El PP, que nos gobierna, suele interpretar de manera
partidista el Reglamento parlamentario y ello conlleva que
sus decisiones se hagan en tan escaso margen de tiempo que
hace imposible, a los demás partidos políticos, estudiar ese
texto tan complejo como es una de cualquiera de las leyes y
por eso mismo no se podrían enmendar ni debatirlas.
Y eso que durante el mandato socialista acusaban a Zapatero
de improvisar permanentemente.
Con estas actuaciones peperas… ¿Para qué sirve el
Parlamento?, para mí significa la muerte del parlamentarismo
y la entrada en una nueva época, repetida a lo largo de la
vida terrestre, en la que nuestros dirigentes señalarán con
el pulgar erecto en un puño cerrado, da igual que sea con la
mano izquierda o derecha, el cielo o el infierno en
referencia a los ciudadanos.
Ya escribí yo, mucho antes de que ciertos políticos se
apropiaran de mis palabras, que la falsa pretensión del PP
de presentarse como campeones de la regeneración
democrática, según Mariano Rajoy, sean en realidad los
promotores oficiales de la degeneración y sus iniciativas
son, en realidad, actos regresivos realizados con
premeditación y veraneo.
Están quitando al Parlamento su capacidad legislativa y a
este paso se lo cargarán si no lo remediamos a tiempo.
Los peperos están dejando patente su enorme desprecio hacia
los grupos minoritarios y su costumbre, heredada sin duda,
de una enorme falta de transparencia en sus actos.
En cuanto a la decisión de ‘echar’ los Registros Civiles en
los brazos de empresas privadas… ¿qué creen Vds. el porqué
lo hace?
Esa decisión significará el recorte de funcionarios (más
paro), la liberación de datos, con lo que se pasa la
protección de los mismos por salva sea la parte, y la
entrega del concepto “favoritismo” a esos brazos de empresas
privadas.
En definitiva, el PP se salta los límites con el abuso de su
mayoría y abusando de maneras caciquiles que ya dejarán
contenta a su ‘prima’ alemana.
En fin, la vida sigue y yo también, aunque mucho más
cabreado que nunca por la fuerte presión fiscal como muchos
de los ciudadanos, supongo.
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