Silvia Cabezón es madre de cuatro hijos y, además, tiene una
nieta que está a su cargo. Los ingresos con los que
subsisten los seis son 150 euros que ella recibe del
Servicio Público de Empleo Estatal que no les dan para
vivir. Por eso, también depende de la ayuda de sus padres y
del padre de sus hijos, que colaboran en lo que pueden. Ante
esta situación y tras vivir dos años hacinados en casa de
sus padres con otras cinco personas, Silvia se decidió a
ocupar una casa de la Junta de Obras del Puerto, propiedad
de la Autoridad Portuaria, al inicio de la barriada de San
Amaro. Ella sabía que la mujer que estaba en la vivienda
había fallecido y contactó con los familiares para ver si se
la alquilaban o vendían. Pero, tras informarse en la Junta
de Obras del Puerto, le comunicaron que la casa era
propiedad de la Autoridad Portuaria y que nadie tenía
derecho sobre ella. Silvia no lo dudó. Ocupó la casa para
darle a sus hijos un techo y una cama.
Hasta entonces, el suelo o el sofá de casa de los padres de
Silvia habían sido su lugar para dormir. Ahora, y por orden
de un juez, tiene que abandonar la vivienda que ocupa antes
del viernes. Si no, será desalojada bajo la amenaza de
perder a sus hijos. Y es que, le han ofrecido ir a una casa
de acogida, pero en ese caso perdería a sus hijos. Una
situación que Silvia ni quiere imaginar y que, nada más
mencionar, inunda sus ojos de lágrimas.
En busca de alternativas
Esta madre pide ayuda para salvar a sus hijos de un desalojo
inminente y para poder darles un hogar digno. Y es que la
casa que han ocupado desde el 2 de mayo, fecha en la que
entraron a la vivienda, está “en ruinas”. “No había luz, ni
agua, ni contadores ni cables”, cuenta esta mujer que
consiguió que le instalaran un contador de agua para pagar
sus facturas religiosamente. Ella quiere pagar agua y luz,
pero también alquiler. Es una opción que no tiene. El
denunciante, hijo de la anterior inquilina vive fuera de
Ceuta y reclama derechos sobre la vivienda que, según
explica Silvia, no tiene. Esta mujer se siente indignada, no
entiende para qué quiere este hombre una casa en la que “no
va a vivir”. “El está fuera y no viene aquí”, lamenta.
Sin embargo, en la sentencia, emitida ayer por el Juzgado de
Instrucción número 6 de Ceuta, se dictamina que Silvia,
junto a su familia y su hermana Sonia, que también está en
la vivienda, sean desalojados el viernes antes de las 10.30
horas. Ante esta sentencia cabe recurso, pero se especifica
que este no suspendería el proceso ordenado por la juez
titular de este juzgado. “La abogada me ha dicho que no
puedo recurrir”, dice resignada Silvia, que sólo puede
preguntarse qué será de ella y de sus hijos.
Antes de tomar la decisión de entrar en la vivienda, ubicada
en la calle Artillería nº1, esta mujer acudió a Asuntos
Sociales. Allí le ofrecieron una ayuda de alquiler, pero
asegura que ninguna inmobiliaria quiere alquilar viviendas
que pague la Ciudad Autónoma por temor a que los inquilinos
acaben quedándose el dinero de la ayuda. Hoy, Silvia volverá
a Asuntos Sociales en busca de una cita por la vía de
urgencia para ver si la pueden ayudar.
SOS a la Ciudad
“Ahora es cuando se necesita que los políticos demuestren
que están con el pueblo”, añade la madre de Silvia para
contar como en las casas cercanas a donde se encuentra su
hija hay otros ‘okupas’. La Junta de Obras del Puerto no
está denunciando estos casos porque entiende las
circunstancias de las familias necesitadas que las ocupan,
según explica para lamentar que en el caso de su hija se
hayan encontrado con una denuncia prácticamente desde el día
en que entraron en la vivienda. Mientras, Silvia espera
encontrar una vía para poder sacar a sus hijos adelante, un
trabajo o una vivienda digna en la que poder cobijarse de
esta tempestad de la crisis.
|