POR DELANTE Y POR DETRÁS o ¡Qué ruina de función! de Michael
Frayns es la comedia por excelencia, una comedia que exige
de sus actores un alto rendimiento por lo trepidante de sus
acciones, locas acciones, divertidas acciones pensadas para
que el público disfrute del teatro dentro del teatro, del
morbo de ver que es lo que hacen los actores en sus
preparativos, como se cambian, como se concentran o como se
desconcentran cuando alguna novedad se presenta y
distorsiona la tranquilidad del colectivo actoral. Esta es
la función con la que el Centro Dramático de Ceuta comienza
la conmemoración de su 30 Aniversario (1984-2014) con 185
montajes a lo largo de su trayectoria. Estreno el día 10 de
julio a las 21’00 horas en el Teatro Auditorio Revellín
POR DELANTE Y POR DETRÁS es una obra trepidantemente
inteligente, y aunque con aires de vodevil plantea un amor
al teatro increíble por parte de su autor. Michael Frayns
conoce y ama el teatro, porque sin estas premisas es
imposible hacer un texto tan acertado del entramado teatral,
desde la construcción del teatro de la palabra hasta toda la
parafernalia que conlleva la tramoya y el attrezzo.
Dedicándoles escenas sublimes a los regidores de escena y
tramoyistas
Esta obra fue estrenada hace 25 años en Londres, y tal ha
sido su éxito que ha sido traducida a más de 30 idiomas y
puesta en escena en más de 80 países. En España se comenzó a
representar desde su aparición y actualmente se sigue
representando con una adaptación de Paco Mir (Tricicle).
También fue llevada al cine en EEUU, película que tuvo un
gran éxito: estando entre sus principales intérpretes
Michael Caine, Carol Burnett y Cristopher Reeve…, entre
otros.
Por delante y por detrás está dividida en tres actos. El
primero transcurre durante un ensayo general. La acción del
segundo ocurre durante una representación. Y el tercero
simula que ya han pasado seis meses. Cada actor hace
entonces lo que le parece, es el caos, ya nada tiene que ver
con lo que han ensayado.
El protagonista de la obra es el teatro visto por dentro.
¿Qué cosas suceden entre los actores antes de un estreno?
¿Qué ocurre detrás del escenario cuando sube el telón? Esto
es lo que cuenta esta obra, cuyo núcleo es un vodevil
maravillosamente cutre.
El ritmo es la piedra angular de cualquier comedia. «¡Qué
ruina de función!» tres diferentes: El ritmo general de la
función; el de la obra que están representando, que está muy
subido, porque es un vodevil casposísimo; y el del tercer
acto, donde se solapan los ritmos. La obra está construida
de manera inteligentísima, y el final es un verdadero
disparate. Las buenas comedias tienen ritmo, y todo lo que
se dice tiene significado.
El autor levanta las faldas de esta función y permite al
público asomarse a lo que sucede entre cajas.
Existe la creencia de que al público le gustan las obras de
teatro que muestran las tripas del teatro, y es así; pero
esta obra triunfa por su humor y su carpintería,
independientemente de que hable del teatro dentro del
teatro»
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