Sin remontarme a la revolución
industrial a partir de mediados del siglo XVIII, en el que
el rol que desempeñaba la mujer en la vida laboral, comenzó
a cambiar con la llegada de la industrialización. Me
centraré en una época muy reciente pasada de esta
democracia, cuando las ocupaciones de la mujer cambiaron,
aún más, abandonando las tareas domésticas, al necesitar el
mercado laboral la mano de obra de sus conocimientos
profesionales e intelectualidades... Ejerciendo,
afortunadamente, muchísimas de ellas de forma independiente,
sin ser su labor complementaria a la del hombre, gracias a
la igualdad que debe existir entre los seres humanos.
Motivando dicho cambio, en un estado español que dice ser
democrático y moderno, que las tareas domesticas fueran
compartidas entre las féminas y varones. Pero más en estos
últimos años, cuando el desempleo golpeó al hombre,
teniéndose que ocupar muchos de dichas tareas, al trabajar
sus compañeras.
Por ello, a raíz de la crisis económica de hace algo más de
unos seis años aproximadamente, se derrumbó la torre de
babel industrial y laboral que habían creado
inconsistentemente la política española, de la mano del
capitalismo alrededor de los ladrillos. Provocando que las
diferentes corrientes migratorias o establecidas en los
diferentes núcleos poblacionales, que se creían que esa
España era Jauja u otro paraíso de riquezas y abundancias.
No se percataron de que cayeron engañosamente en las jarras
del sistema capitalista, entrampándolos hasta las cejas. No
percibiendo, las víctimas, la triste futura realidad próxima
que les esperaba. Convirtiéndose ellos y sus familias de
forma vitalicia en hipotecados del sistema capitalista.
Siendo, por tanto, erróneo decir que se tienen hipotecadas
las casas…, porque el que se hipoteca de por vida es el
firmante del préstamo y sus avalistas.
Consecuentemente, desde que saltó por los aires en España
‘la gallina de los huevos de oro’ (construcción), ha habido
cambios muy substanciales en las economías familiares…
Llevándose dicha crisis económica por delante a muchísimas
personas y a familias completas, las que unos años atrás
flotaban en su abundancia, soportando bien los ‘grilletes y
camisa de fuerza que le habían colocado’. Pero
lamentablemente los tendrán que llevar encima hasta el fin
de sus días, al no haberse asesorado adecuadamente. Yendo
algunos de ellos más allá de sus posibilidades, escogiendo
el camino erróneo o equivocado, que les habían puesto en
bandejas las publicidades engañosas, y demás charlatanes que
han de vender una vivienda o el comercial de un banco que ha
de colocar préstamos hipotecarios, con muchas posibilidades
de pago.
Se suele decir que a “lo hecho pecho”, pero los prestamistas
y las mafias no perdonan ni un céntimos a sus deudores. Por
lo tanto, ante ellos, no existen derechos humanos, ni normas
éticas, sociales ni constitucionales, porque lo que les
importa es el dinero. De lo contrario, no hay compasión
alguna y dejan a los deudores con una mano delante y otra
detrás, como les ha ocurrido a los que picaron en anzuelo
que le pusieron. Y al quedarse miles de personas sin trabajo
y sin poder hacer frente a sus deudas hipotecarias, han sido
desahuciadas de sus viviendas, encontrándose en la más ruin
de las miserias. Y por agotar, han agotado, las prestaciones
por desempleo y las posibles ayudas sociales percibidas.
Teniendo que acudir, para poder subsistir, a la caridad y
comedores sociales...
Debe ser aterrador, pasar casi de la noche a la mañana, de
la estabilidad económica a la escasez más absoluta. Siendo
vergonzoso e indignante, que el presidente de la
Confederación Española de Organizaciones Empresariales
(CEOE), Juan Rosell, en una conferencia ofrecida el martes
pasado sobre el paro, la Encuesta de Población Activa (EPA)
y las reformas labores…, en la Fundación para el Análisis y
Estudios Sociales (FAES) del PP, presidida por el derechista
expresidente del Gobierno, José María Aznar. Diga que en
España hay en torno a “un millón de amas y amos de casa, que
están apuntados en los últimos tiempos en las listas del
paro, para poder cobrar algún tipo de subsidio”.
Ser ama o amo de casa y solicitar alguna ayuda social al
Estado no es desproporcionado. Por ello, Rosell, debería
participar en el programa que se emite cada jueves en la
Sexta ‘Millonarios anónimos’, para que perciba el sentir y
sufrir de millones de españoles, porque de humanidad anda
escasito. Y como presuntamente es un saltimbanqui y
titiritero, vomitó esas diatribas pestilentes ante miembros
de la casta política del PP, arremetiendo miserablemente
contra los que padecen hambre y pobreza. ¿Por qué no criticó
a los de la monarquía y de la política española que
presuntamente se han enriquecido empobreciendo al pueblo?
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