Era la segunda parte de un viaje
por el mes de la Virgen , Mayo oliendo a gladiolos ,
trompetones y rosas blancas, como un navío simbolo de la
pureza, al amparo de Dios y bajo la atenta mirada de Nuestra
Señora la Alcaldesa.
-De babor a estribor , van a recibir a Cristo por su Cuerpo
y Amén , y tras las embestidas de los dias de viento
racheado, era el poniente un viento constante, que mareaba
esta tierra al levante , y allí estaba firme un niño vestido
de marinero firme , levantando el timón, aproando aguas
profundas, arrumbando garreaba su rezón, era la historia que
me faltaba para que su historia, no se quedara en el
tintero.
-Antes que me llevara la marea , en alguna singladura e
inmortalizando sus recuerdos y sus momentos, nuestro niño
marinero de nombre SERGIO, sentia la llamada celestial
aquella que avisa del “barco en paro, mareo en preparo “ y
con todos sus amigos y amigas, en sus puestos de Gloria, el
viento, el motor que desplaza al navío por mares y oceanos,
agita la mar.
-Nuestro niño sintió que el puente se movía a sus pues, por
ambos lados, para orientar las velas al viento, y tras un
susto y un desconcierto, donde su padre surcaría los mares,
como gaviero resposnable de la maniobra de las velas,
volviste una vez más a pie de jarcia, para prepararse a
recibir el Sacramento de tu PRIMERA COMUNION.
-LARGAD LAS VELAS AL VIENTO, y tras verte sentado en esa
toldilla que era la orilla del Altar, con las manitas
cogidas por las manos de tus amigos y compañeros, el
Sacerdote os pedía el momento donde la Iglesia era un
suspiro de amor y alegría, donde padres y abuelos, familias
y amigos, todos emocionados , hiciste Sergio que este que
aqui escribe tu momento y tu historia, verte vestido de
marinero, derramara unas lágrimas , recordando que treinta
años atrás, siempre juró servir a la silueta del navío libre
de amarras, esperando la orden , de largar velas, hacia el
oeste y acercarme al viento, ganando a barlovento.
-El Primer Marinero, en Recibir SU PRIMERA COMUNION, nuestro
Sergio y dandote un besito bajo el sol de justicia de aquel
mediodia que cerraba Mayo, entrando Junio , no olvido tu
momento que dejaste tu alma y tu cuerpo sin la fiebre de
aquel dia, para recibir a Jesús, y todos juntos de la mano,
valientes por tierra y por mar, no olvides que en la Armada,
son galones son un peldaño más , así que querido Sergio , el
que sea Principe en el Mar, lo será en la Tierra.
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