La defensa del ceutí Abdeluahid Sadik, ceutí de 28 años y
que fue detenido el pasado seis de enero en el aeropuerto de
Málaga cuando regresaba de Estambul (Turquía) como presunto
terrorista de la organización Estado Islámico de Irak y
Levante (ISIL), vinculada a Al Qaeda y acusado de participar
en la guerra santa en Siria, ha alegado en su defensa que su
patrocinado fue adoctrinado y en el momento de su viaje
hasta Siria era víctima de “persuasión coercitiva”, según ha
podido conocer este diario de fuentes cercanas a la defensa.
Según explica la defensa del ceutí, Abdeluahid Sadik Mohamed,
a partir de su llegada a Siria estuvo secuestrado por los
yihadista en circunstancias calamitosas y que jamás
participó en acción de guerra alguna porque le dan miedo las
armas. También alegan que tuvo que pedir socorro a su
familia para poder regresar a España, intentando rebatir la
tesis barajada por la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado de que se trataba de un lobo solitario.
Tras su detención, el titular del Juzgado de Instrucción
Central nº 2 y de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno,
decretó su prisión incondicional, a lo que la defensa, pidió
la libertad de su patrocinado, que fue denegada a través de
un auto por el titular del mencionado juzgado.
Tras la recepción del auto, la defensa presentó en plazo un
recurso de reforma subsidiario de apelación, acogiéndose a
lo establecido en el artículo 217, ya que son recurribles en
apelación los autos recaídos en el procedimiento ordinario
cuando lo autoriza la ley. En este caso concreto al tratarse
de una desestimación de las pretesiones del imputado sobre
su situación personal, privación de libertad, es lo que se
entiende que debe admitirse el recurso.
El 28 de mayo, la sala desestimó el recurso de reforma
presentado contra el auto denegatorio de libertad
provisional, entendiendo la defensa que era contrario a
derecho y lesivo para los intereses de su representado,
pasando a presentar el de apelación que fue visto ayer por
el Alto Tribunal.
El juez tomó declaración a Sadik Mohamed, días después de
ser detenido y dictó para él prisión provisional en un auto
donde alerta de que “cada vez son mayores las referencias a
realizar la yihad (guerra santa) en casa”, es decir, en
España.
Informe Fiscal
La denegación del recurso de reforma, según han manifestado
la defensa, se basa en un informe emitido por el Miniserio
Fiscal que se remite a uno fechado el 9 de mayo en el que se
rebatían los argumentos presentados por la defensa en lo
concerniente a que Abdeluahid “fue engañado al momento de
enviarle a Turquía-Siria y que posee arraigo bastante, así
como al hecho de que regresó voluntariamente a España con la
ayuda de su familia”.
Siguiendo con el auto denegatorio de libertad y más en
concreto a los antecedentes de hecho, la defensa insiste que
en el mismo se expresa de forma textual “que a tenor del
escrito de solicitud, entiéndase el de de libertad, sería
más una víctima de los hechos que el autor de los mismos”.
Se habla, por tanto, del concepto víctima y en ese sentido
la defensa argumenta que el imputado “no fue captado y
adoctrinado en un viaje a Afganistán, sino que el
adoctrinamiento..., como el de tantos otros” es “la
persuasión coercitiva de mano de los imanes fundamentalistas
que campan y pontifican libremente por el territorio
nacional” y que todo ello “tuvo lugar en Ceuta”.
La defensa también entiende que “el Islam es una religión
monoteísta y una religión de paz y caridad” no entendiendo
lo mismo de lo que denomina “Islam extremista que preconiza
la yihad o el integrísmo postulado por el tabligh” que según
la defensa “no caben dentro de la acepción de religión”.
Por otro lado, la defensa de Abdeluahib Sadik Mohamed
también entiende que los imanes que predican el
fundamentallismo islámico “son líderes sectarios, líderes
cúlticos que causan en sus seguidores unos daños
psiquiátricos irreversibles”.
En este sentido, en el argumentario usado en la Apelación,
según la defensa, se hace constar que según la Asociación
Americana de Psiquiatría la experiencia sectaria determina
la aparición de distintos trastornos mentales, se producen
alteraciones psicopatológicas como consecuencia del
sometimiento a las “Técnicas de Persuasión Coercitiva que
utilizan los líderes sectarios, llámense en este caso
predicadores fundamentalistas del Islam radical, estas
técnicas de adoctrinamiento extremo cumplen el objetivo de
sugestionar y adoctrinar a las víctimas”.
La defensa agrega que existen multitud de estudios en la
moderna psiquiatría para diagnosticar el estado psíquico del
individuo que es sometido a este tipo de experiencias de
control mental y que se ve privado de voluntad hasta el
punto de ser absolutamente manipulado, como ha sido el caso
del ceutí, “que no fue atrapado mentalmente en un viaje a
Yemen, sino en una mezquita de Ceuta”.
Pruebas
Es por ello que ayer se conoció que la defensa ha solicitado
la realización de pruebas en este sentido, tanto
psiquiátricas como psicológicas.
También alega a “la falta de respuesta policial y legal ante
la progresiva radicalización de una parte del colectivo
islámico, que crea una sensación de impunidad en los imanes
integristas que se ven favorecidos por la especial cautela
de los gobernantes a la hora de controlar de manera férrea y
expulsar a estos individuos. Los adoctrinados son víctimas,
los culpables son aquellos que no neutralizan ipso facto a
quienes vienen a adoctrinar”.
La defensa reconoce que la amplitud del recursos y todos sus
extremos, entendiendo que “es esta parte la que debe
demostrar que, si bien Sadik fue captado y enviado a Turquía
y de allí a Siria, su situación era análoga a la de la
víctima de un secuestro ya que, cuando vio el panorama del
campo de entrenamiento, le pegaron y trataron con brutalidad
y pasó todo tipo de calamidades, su intención fue regresar
de inmediato”, agregando que “no es habitual ni de un
yihadista ni de uno de esos despreciables y criminales
individuos llamados lobos solitarios el tener que pedir a su
familia que le envíe un giro desde Ceuta para pagar el viaje
de regreso”, destaca la defensa.
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