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El Pleno aprobó ayer una
iniciativa del grupo socialista para poner en marcha un
programa para la contratación de personas mayores de 55
años, por su difícil inserción en el mundo laboral. Una
iniciativa que, algún medio nacional ha calificado de
pionera y que supone atender un segmento de edad
especialmente vulnerable por las grandes dificultades de
acceder al mundo laboral. Son los casos de personas que
superan los 55 años, que se encuentran en la recta final de
su vida laboral y que, quizás, están faltos de cubrir las
cotizaciones mínimas para tener acceso a una pensión que les
permita vivir con dignidad su período de jubilación.
Este colectivo de los mayores de 55 años, también se ha
dicho en numerosas ocasiones que son personas con suficiente
experiencia laboral, de quienes se puede obtener un buen
rendimiento por los conocimientos adquiridos durante su
etapa de prestación de servicios y que la crisis económica
los ha llevado al desempleo, por la reducción de plantillas
o los recortes en las empresas. Son las víctimas de los
Expedientes de Regulación de Empleo o de la Reforma Laboral,
que bien merecen una oportunidad para que no queden
marginados laboralmente.
La fórmula que la Asamblea ha decidido poner en marcha, da
cobertura a este colectivo vulnerable, se les facilita el
acceso al trabajo y, al igual que los jóvenes, encuentran
una tutela institucional, que les faculta para que acumulen
cotización de cara a su pensión, se sientan útiles y, a la
vez, sus familias encuentren unos recursos económicos con
los que salir adelante. Las instituciones públicas han de
contribuir con estas iniciativas a otorgar ilusión,
esperanza y optimismo al trabajador. Unas políticas
sensibles, útiles y justas.
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OPINIÓN / EDITORIAL
