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cultura - LUNES, 30 DE JUNIO DE 2014


INTERIOR DEl templo. R.D.

Restauración Iglesia de San Francisco
 

San Francisco vive un triste centenario marcado por las obras

El Obispado mantiene el silencio sobre la restauración de la iglesia que regentan los padres agustinos, la cual cumple cinco años, cuatro meses y diez días cerrada a la feligresía
 

CEUTA
J.M.R.G.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Tal día como hoy, pero hace cien años, los padres agustinos José Pérez Gómez y Saturnino de la Torre llegaban a Ceuta para firmar los acuerdos alcanzados con el Deán Eugenio Mc Crohon en la notaria local ante las autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la ciudad, y por la que se le entregaba a la Orden Agustiniana la custodia de la Iglesia de San Francisco.

Lo que hoy debía ser un día importante y de júbilo, se ha teñido de numerosas sombras e incertidumbres ya que la citada iglesia cumple hoy cinco años, cuatro meses y diez días cerrada a la feligresía y sin visos de que la reapertura del templo se vaya a efectuar en breve.

Actualmente, el Obispado de Cádiz y Ceuta se encuentra afrontando la tercera y, supuestamente, última fase de la restauración de la Iglesia de San Francisco, la cual está enfocada a realizar una serie de impermebealizaciones y otras actuaciones en la fachada exterior del templo. Esto inicialmente podría indicar que la iglesia volverá a abrir sus puertas en breve, pero el silencio y los continuos “balones despejados” sobre este asunto por parte del Obispado de Cádiz y Ceuta hace presagiar que no será así aunque la iglesia, desde el pasado día 15 de noviembre de 2013, fecha en la que concluyó la segunda fase, presente un magnífico aspecto en su interior.

Hasta la llegada del nuevo obispo, monseñor Rafael Zornoza Boy, y el nombramiento del nuevo vicario, Juan José Mateos Castro, la obra de restauración de la Iglesia de San Francisco avanzaba según los plazos previstos, pese a los continuos inconvenientes que surgían prácticamente a diario. Pero tanto ha querido inmiscuirse el Obispado en este proceso que en vez de agilizarlo está llevando a cabo una serie de actuaciones que han logrado que la obra se eternice y que a día de hoy la fecha de la reapertura de la iglesia sea una icógnita.

Y es que ya se lo decía Don Quijote a su fiel escudero Sancho Panza, “con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho”. La actitud adoptada por el Obispado poco antes de concluir la segunda fase y dar comienzo a la tercera, ha sido oscura. Toda la obra se está gestionando desde Cádiz, han prohibido tajantemente que se pueda entrar a la iglesia y ver como van las obras salvo permiso expreso, incluso este medio recibió presiones para no publicar unas fotos que hoy hacemos públicas porque ya está bien de tanto callar y tanto ocultar. ¿Por qué no se dan más detalles?, ¿cuál es el problema existente?, ¿por qué no se da una fecha de apertura?, en definitiva ¿por qué no son más transparentes con esta obra?, ¿quizás porque con muchas de las decisiones tomadas han podido comprobar con el tiempo que han sido erróneas y que ahora están surgiendo los problemas?.

Desde aquel día 21 de febrero de 2009, el templo ha sufrido una remodelación intensa con el fin de recuperar su aspecto original. Este trabajo de restauración dio comienzo con un delicado proceso de micropilotajes que estuvo enfocado a asentar la cimentación de la Iglesia, la cual había cedido y por ese motivo se habían producido preocupantes grietas y descuadres en su estructura.

Ese proceso fue largo y laborioso, no en vano tras llevarlo a cabo hubo que esperar un tiempo para comprobar que efectivamente los cimentación había parado de ceder y por consiguiente se podía comenzar a trabajar en arreglar todos los graves desperfectos que presentaba el templo asignado a los padres agustinos.

Como la colocación de micropilotes fue todo un éxito, se procedió a iniciar las obras de mayor calado a través de una primera fase, en la que se contempló la consolidación de todos los arcos y la estructura de la Iglesia. En esa misma primera fase también estuvo la sustitución completa de la cubierta.

Una vez concluida esta primera fase, en la segunda se acometieron todos las obras contempladas en el interior del templo, siendo la más importante el derribo y posterior contrucción del coro de la iglesia, para finalmente proceder a la colocación de la solería, el revestimiento del interior, la carpintería, la pintura y la luminaria, cuyos trabajos están totalmente finalizados.

Por último, hay que destacar que los propios feligreses de San Francisco se han estado movilizando durante todo este tiempo para lograr recaudar fondos que fueran destinado a paliar el importante desembolso económico que ha supuesto esta obra y con la esperanza de que la apertura del templo se hiciera a la mayor brevedad posible, pero estas esperanzas se están desvaneciendo gracias a que esta deseada apertura se va postergando en el tiempo sin que, según indican, “haya motivos para ello, máxime cuando las obras en el interior están finalizadas”.

La llegada del nuevo obispo, Rafael Zornoza Boy, no sólo ha modificado parte de la estructura clerical de Ceuta, sino que ha querido quitar poder a la Vicaría General y centralizar muchos de los asuntos que se trataban desde la propia ciudad en Cádiz. Esta situación se produjo hace ya dos años y desde entonces se puede decir que “la eficacia ha brillado o sigue brillando por su ausencia”. No en vano se ha prohibido desde el Obispado tanto a la Vicaría General, como a los propios padres agustinos e incluso al arquitecto ha referir nada de la obra y del estado de la Iglesia, lo que hace pensar los motivos que está empujando al Obispado a mantener este ocurantismo informativo.

En estos dos años la obra en el interior de la iglesia, ha estado muy ralentizada gracias a que desde el Obispado se creyó oportuno revisar el contrato que se mantenía con la empresa que estaba llevando a cabo la restauración. Esta revisión tardó cerca de un año, y ahora, después de que las obras finalizaran a mediados de noviembre, tardaron más de tres meses en realizar las gestiones para acometer esa supuesta tercera fase que supuestamente servirá para terminar de perfilar ciertos detalles.

Además, el problema no es el dinero, ya que la Ciudad ya se ha encargado de ir destinando partidas presupuestarias para acometer toda la restauración, además de los feligreses que llevan más de cinco años realizando actividades y colectas con las que se han podido sufragar los gastos generados en la adquisición de los nuevos bancos, campanas, etc.
 

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