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El Ministerio del Interior ha
puesto en marcha una estrategia contra la radicalización del
yihadismo. Para ello, implicará a trabajadores sociales y
profesores en esta lucha contra el terrorismo que es una
preocupación creciente en Europa, además de estimular el
fomento de la formación en la lucha contra el terrorismo en
diferentes sectores, tanto de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado como por las policías autonómicas y
locales.
Un indicativo de esta problemática es el número de
actuaciones que se han desarrollado desde el 2001: 24 y los
150 musulmanes que salieron de España en dirección a Siria y
Mali para integrarse en grupos yihadistas así como las redes
de captación desarticuladas y de los casos que se han dado
en la barriada de El Príncipe y en la zona norte de
Marruecos.
Ceuta se encuentra en una zona sensible a este tipo de
problemática. La iniciativa emprendida por el Ministerio del
Interior para detectar a potenciales yihadistas desde
ámbitos escolares o en su más incipiente proyección, supone
una forma más de prevenir esta lacra social que se extiende
como una mancha de aceite y que es preciso erradicar en su
origen.
El intento de implicación de trabajadores sociales y
profesores en esta lucha, supone también hacerlo entre un
colectivo en el que la formación y la educación, pueden
ejercer de contrapunto a las ideas integristas y de la
radicalización del islam. Todos los esfuerzos por mejorar
los conocimientos sobre esta amenaza son necesarios para
intentar neutralizar su implantación. En la medida que,
desde el ámbito educativo se forme a las actuales
generaciones, se habrá dado un paso importante en frenar una
seria amenaza de la barbarie.
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OPINIÓN / EDITORIAL
