Un vecino de la ciudad, Francisco Guzmán, acudió ayer a este
diario para denunciar la falta de respeto y la desidia con
la que la Ciudad le está tratando en un asunto que se
posterga en el tiempo más de seis meses.
Tal y como explicaba ayer a EL PUEBLO, el año pasado se le
notificó que el nicho donde se encuentran los restos de su
abuela iban a ser trasladados a otro nicho de la zona nueva
del cementerio con motivo de la renovación y restauración de
la zona. Hasta ahí todo era correcto hasta que una vez
efectuado dicho cambio de nicho, poco tiempo después y
motivado por un “trabajo chapucero” la lápida y los pequeños
jarrones para las flores que adornaban el nicho se
desprendieron, precipitándose hasta el suelo y rompiéndose
en numerosos trozos. Esta situación fue descubierta por un
familiar en una de las visitas realizadas al cementerio
procediéndose de inmediato a dar parte del hecho para que se
procediera a arreglar este desperfecto.
Guzmán aseguraba ayer a EL PUEBLO, que se ha solicitado
incluso por escrito, presentado por registro el pasado día
27 de enero, el arreglo del nicho, el cual se encuentra en
la calle San Ramón, pero que la respuesta de la Ciudad o de
las áreas competentes ha sido la callada por respuesta.
Además, también indicaba que cada vez que ha ido a preguntar
lo han “toreado”. “Adela Nieto no quiere saber nada del
tema; primero me dijeron que no había dinero, luego que
estaban mirando entre tres empresas para reponer la lápida;
luego que el proyecto ya estaba y que se iba a ejecutar en
breve, pero han pasado seis meses desde mi escrito y mi
abuela sigue sin su lápida”, manifestaba Guzmán, quien
también indicaba que su madre, en un estado muy delicado de
salud, está muy afectada por esta situación que ya se
posterga mucho en el tiempo al ver como el nicho continúa
sin su lápida y “sin arreglar”.
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