Los nacimientos se redujeron en todas las comunidades
autónomas en 2013, año en el que ya fueron siete las
autonomías en las que el saldo vegetativo fue negativo, es
decir en las que hubo más defunciones que nacimientos. Esta
es la última radiografía demográfica de España que aporta la
estadística Movimiento Natural de la Población e Indicadores
Demográficos, difundida por el Instituto Nacional de
Estadística (INE), según la cual la población envejece y se
reduce sin que se produzca el número de nacimientos
necesarios para que tomen el relevo y sostengan el sistema.
Las tasas más elevadas de natalidad, además de en Melilla y
en Ceuta, se dieron en Murcia y en Madrid, , mientras el
noroeste peninsular arrojó las más bajas: Asturias, Castilla
y León y Galicia.
En el caso de Ceuta, durante el 2012 se produjeron 1.128
nacimientos, descendiendo esta cifra hasta los 1.086 en
2013. En este sentido la tasa bruta de natalidad en 2013 se
situó en el 12,9%, solo por detrás de Melilla con el 18%.
Asimismo la tasa de variación anual del número de
nacimientos durante 2013 en Ceuta experimentó un descenso
del -3,7%, mientras que en Melilla fue solo del -0,5%.
Defunciones
El número de defunciones también se redujo en todas las
comunidades y sólo aumentó en Ceuta. Mientras que en 2012 se
produjeron 487 defunciones en la ciudad autónoma, durante
2013 éstas alcanzaron la cidra de 528. Así, la tasa bruta de
mortalidad en Ceuta durante 2013 se situó en el 6,3%. La
tasa de variación anual del número de defunciones en Ceuta
experimentó un ascenso de 8,4% durante 2013, siendo la única
comunidad autónoma donde aumentaron las defunciones durante
2013.
Estadística Nacional
La estadística refleja que en España la diferencia entre los
nacimientos y las muertes se redujo un 30,7 % en 2013 hasta
situarseen 36.181 personas, el saldo más bajo registrado
desde al año 2000. Los nacimientos cayeron por quinto año
consecutivo, con tan sólo 425.390 nuevos niños, un 6,4 %
menos que un año antes.
El descenso de los nacimientos, el menor número de hijos por
mujer, el aumento de la edad media a la que éstas tienen su
primer hijo y el menor número de mujeres en edad fértil,
define la situación y da una amplia visión de cuál puede ser
el futuro demográfico del país.
Así, los últimos datos no son nada halagüeños y muestran que
el crecimiento vegetativo de la población, es decir, la
diferencia entre los nacimientos y las muertes, se redujo un
30,7% en 2013 hasta situarse en 36.181 personas, el saldo
más bajo registrado desde al año 2000.
A pesar de estos datos, el número de defunciones cayó un
3,3%, la tasa de mortalidad infantil se situó por primera
vez por debajo del 3 por mil (2,8) y la esperanza de vida es
la mayor de la serie histórica con 82,8 años (80 años para
los hombres y 85,6 para las mujeres).
Según los datos del INE, desde 2008, cuando nacieron 519.779
niños (el máximo en 30 años), el número de nacimientos se ha
reducido un 18,1%.
Como consecuencia, la tasa bruta de natalidad (número de
nacimientos por cada mil habitantes) ha descendido hasta 9,1
desde los 9,7 de un año antes, y mantiene la tendencia
decreciente iniciada en 2008.
El descenso de los nacimientos se debe a la menor
fecundidad, es decir del descenso del número de hijos por
mujer que, en 2013, se situó en 1,26 (1,32 en 2012) y a la
progresiva reducción del número de mujeres en edad fértil.
De hecho, según explica el INE, el número de mujeres entre
15 y 49 años comenzó a reducirse en 2009 debido a que llegan
a ese rango de edades generaciones menos numerosas, nacidas
durante la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de
los 90.
Además, el aporte que la inmigración exterior ha estado
haciendo a la natalidad durante el periodo de expansión
económica se ha reducido en estos últimos años como
consecuencia de la crisis económica que les ha obligado a
retornar a sus países de origen, o a reducir el número de
hijos.
En España, la edad media a la que las mujeres tienen su
primer hijo continua aumentando y, en 2013 se situó en 32,2
años (32,7 las españolas y 29,7 las extranjeras), frente a
los 31,6 de 2012.
El pasado año murieron en España 389.699 personas, un 3,3%
menos que en 2012 con lo que la tasa bruta de mortalidad se
situó en 8,3 defunciones por mil habitantes, frente a los
8,6 de 2012.
|