Una sonrisa. Este es el recibimiento que tienen los que
llegan al Centro de Día de la Confederación Española de
Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) en
Ceuta. En estas instalaciones, que pasaron a ser un Centro
de Día en febrero, se respira buen ambiente y eso se nota en
las aulas donde los usuarios se sienten como en su casa. Y
es que, los catorce trabajadores, a los que ahora se han
sumado dos personas del Plan de Empleo, forman una pequeña
familia que rebosa hospitalidad. Una consecuencia, más que
probable, de la gratificación que aseguran que reciben al
trabajar con sus usuarios, personas en su mayoría
dependientes con una gran discapacidad física. Ahora mismo
cuentan con ocho personas que a diario hacen su vida en este
centro. Desayunan, acuden a clases de formación y al aula de
informática, donde los más aventajados incluso buscan los
videos que más le gusta ver de forma autónoma, también
comen, se duchan y merienda. “Es su segunda casa”, cuenta el
padre de uno de los usuarios, Miguel Ángel Pérez del
Castillo, quien también es miembro colaborador de Cocemfe.
Su hijo lleva con esta asociación cuatro años y su
transformación en Centro de Día ha supuesto un cambio muy
positivo para toda la familia, según cuenta. “Ahora mi hijo
se puede quedar más tiempo en el centro, la familia
descansamos y él tiene actividades que no tendría nunca en
la casa, además ha adquirido más disciplina y eso se nota”,
explica.
Para los responsables de Cocemfe en Ceuta conseguir la
homologación como Centro de Día culmina un proyecto que
surgió en 2001, tres años después de que naciera la
asociación con un primer objetivo de dar información a
familias con personas discapacitadas. Desde entonces,
Cocemfe ha pasado por varias sedes hasta que en 2005 les
cedieron el actual local, en Los Rosales desde donde han
funcionado como asociación hasta el cambio que se produjo en
febrero. Ahora tienen espacio para entre 15 y 20 usuarios.
El IMSERSO tiene diez plazas concertadas, de las que está
usando seis, mientras que los otros dos usuarios son propios
de Cocemfe, según explica su presidenta, María del Carmen
Nieto. Además, en el centro también cuentan con el Servicio
de Integración Laboral donde tienen una bolsa de empleo con
295 usuarios. Por otro lado, Cocemfe también desarrolla ‘Mi
otro cole’, un programa gracias al cual usuarios que no
cobran por su dependencia están en el centro en horario de
mañana, excepto en los periodos de vacaciones, y ‘Pulsa y
Accede’, proyecto por el que atienden a alumnos de San
Antonio que en horario de tarde acuden a las instalaciones,
según comenta Nieto.
El reto ahora, que siempre los hay, es encontrar un local
más diáfano, puesto que el actual tiene dos niveles, y ganar
un espacio para el recreo de los usuarios. Miguel Ángel
explica como el centro tiene sus carencias. “Es una zona muy
transitada y los chicos no pueden salir a pasear, ni tienen
una zona de recreo”, explica para señalar que lo ideal sería
poder trasladarse al Hospital Militar, donde además ganarían
en cercanía al centro. La Ciudad ya ha propuesto a Cocemfe
esta posibilidad, aunque todavía no se ha materializado. El
como miembro también de la Confederación de Empresarios
cuenta como hay empresarios de la ciudad interesados en
potenciar Ceuta como ciudad turística para discapacitados
por sus “grandes posibilidades” de las que han dejado
testimonio los dos grupos de turistas que han viajado con la
organización nacional de Cocemfe hasta Ceuta. Por ello,
entiende que todavía se puede hacer más por el colectivo de
discapacitados ceutíes y espera que la Ciudad Autónoma siga
apoyando los proyectos que parten de Cocemfe, además del
IMSERSO. Y es que, Miguel Ángel traslada la preocupación que
él y el resto de padres han vivido durante los últimos meses
en los que los trabajadores no han cobrado. Durante cuatro
meses los fondos no llegaban y los padres temían que el
centro cerrara, aunque Miguel Ángel, destaca como gracias a
la dedicación de los trabajadores se ha mantenido abierto.
Es un servicio básico, y así lo reivindican, por ello, este
padre espera que el compromiso con los discapacitados por
parte de la administración sea mayor y no se vuelva a dar la
situación.
Pero en Cocemfe siempre se quedan con lo bueno y cuando
hablan de su trabajo, los miembros de esta familia sacan una
sonrisa. Para la presidenta, lo mejor de su labor es el
cariño que diaramente reciben de los usuarios. “Te besan, te
abrazan y eso es muy gratificante”, cuenta. A su lado, la
vicepresidenta, María, destaca la alegría que transmiten los
chicos, así como el cariño que reciben de las familias. Para
la maestra del centro, Rocío, este es “un trabajo
grafiticante” y se queda con la ilusión que transmiten sus
alumnos, mientras que Noelia, la fisioterapeuta.
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