La nota discordante en la sesión plenaria extraordinaria
celebrada ayer por la Corporación ceutí tuvo como
protagonista a la diputada no adscrita, Fatima Hamed, y al
presidente de la Ciudad, Juan Vivas, cuando la primera
intentó intervenir en el Pleno en el que se aprobó la
segunda modificación presupuestaria.
Ya se habían producido los primeros tres turnos de palabra.
Esto es, habían intervenido los portavoces del Grupo
Popular, el de Caballas y el Socialista. La diputada no
adscrita se dirigió al presidente para que le permitiese
participar en el debate que se estaba llevando a cabo, a lo
que el máximo responsable del Ejecutivo ceutí respondió que
su participación contravienía el acuerdo de la Junta de
Portavoces así como de la Mesa de la Asamblea, por lo que le
comunicó que no le podía dar el uso de la palabra.
Vivas dijo a Hamed, que apeló a lo establecido en el
artículo 58 del Reglamento de la Asamblea, por el que según
ella de no existir un acuerdo, ningún diputado de los grupos
políticos mixto y no adscritos podrá intervenir por más de
la mitad del tiempo establecido para cada grupo político y
sin que puedan intervenir más de dos diputados.
Pese a que el presidente manifestó que cumplía con el
acuerdo de la Junta de Portavoces y de la Mesa de la
Asamblea, Hamed entiende que se le cercena el derecho a
intervenir en el Pleno, ya que después de aber comunicado
hace ya algunas fechas su nueva situación a la Asamblea,
hasta el día de hoy no ha recibido ninguna comunicación por
escrito por parte de la misma, por lo que es entendible que
la diputada exija el derecho a una intervención.
Pese a ello, el presidente le explicó que espera que para el
viernes, día que se celebra la sesión ordinaria
correspondiente al mes de junio, la disputada no adscrita
haya recibido una resolución a este contencioso, aunque
Hamed entiende que “es un intento de silenciarme”
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