La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, ha
reprochado a los Estados de la Unión Europea el que no haya
una política de inmigración común.
Una cuestión que no ve posible en los próximos años pese a
ser el “gran desafío” del próximo cuarto de siglo.
“Es muy difícil. No lo veo que pase en los próximos años;
quizá en el futuro”, respondió al preguntársele si vislumbra
esta política común, durante un desayuno-coloquio sobre ‘La
política europea de inmigración y movilidad’ en el Cidob de
Barcelona.
“Lo que hacemos es poco, porque el desafío es enorme y no
parará, pero la UE no puede resolver todos los problemas.
Los Estados miembros están más centrados en construir
fronteras que en encontrar soluciones constructivas al
problema”, añadió.
Según la comisaria de Interior Malmström, no está
suficientemente en la agenda internacional la necesidad de
establecer una política común “responsable y solidaria” en
esta materia pese a los ejemplos diarios tanto en el
Mediterráneo como también en el norte de Europa.
También ve falta de coordinación entre los ministros
europeos de Exteriores y los de Interior al abordar los
episodios de inmigración en territorios como Lampedusa,
Ceuta, Melilla y Grecia, pero también al analizar las
posibles consecuencias del conflicto de Irak.
“Los de Interior tienen su mandato, que es el de proteger
las fronteras y la seguridad, pero resolver las crisis en el
exterior no es su mandato”, según Malmström, que ha
considera que son cuestiones que deberían afrontar
conjuntamente.
Para la comisaria europea, la inmigración puede ser una
ventaja, pero para eso hay que definir las prioridades del
mercado de trabajo, combatir la trata de seres humanos y las
mafias, simplificar los procedimientos para solicitar
visados y establecer un sistema bien gestionado, entre otros
aspectos, lo que equivaldría a prevenir la inmigración
irregular.
Ilegalidad y legalidad
“Una persona puede entrar de forma ilegal, pero no es una
persona ilegal. No es ilegal buscar un futuro”, ha aseverado
Malmström, que destaca la responsabilidad moral que debe
haber al proteger a estas personas, y se considera una firme
defensora de la circulación de personas.
Al ser interrogada acerca de la posibilidad de sellar
acuerdos de partenariado con países del Africa subsahariana,
manifestó que pueden intentar conversaciones con muchos
Estados del mundo, pero que es muy difícil establecer
colaboraciones con países que tienen gobiernos frágiles: “No
podemos establecer diálogo si el gobierno no funciona”.
En cuanto a las políticas de integración de los inmigrantes,
ha constatado que la Unión Europea no tiene competencia para
legislar, aunque cree que hay unos principios comunes en los
que profundizar, y ha resaltado que Catalunya y otros países
tienen experiencia, pero hay “muchos otros que reciben a
estas personas y no saben qué hacer”.
En respuesta a una pregunta formulada por el eurodiputado de
ICV, Ernest Urtasun, sobre los Centros de Internamiento de
Extranjeros (CIE), Malmström ha admitido que saben que en
muchos países se violan derechos de los internos, aunque han
incorporado normas que, cuando se apliquen, en el máximo de
un año, harán que esto se vigile “de muy cerca”. “Con las
nuevas leyes tendremos que ser más duros ante estas
infracciones porque es una cuestión clave para la dignidad
de la persona”, ha sentenciado. El crecimiento de los
partidos xenófobos en el Parlamento Europeo, admite que
hasta ahora no han tenido mucha influencia ni han
participado en el trabajo legislativo.
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