En nuestra ciudad, parece ser que decir la verdad o
descubrir escándalos políticos de derroche del dinero
público, molesta tanto que se activan individuos que
escondiéndose detrás de seudónimos en las redes sociales,
amenazan y coaccionan a las personas que defienden la
verdad, la libertad y una política digna.
Este tipo de actuaciones las estamos viendo cada vez más a
menudo en nuestra ciudad, está muy de moda hablar de castas,
pues bien en nuestra ciudad se haya una casta de políticos
que no admiten la crítica, que no admiten que se descubran
los manejos de dinero público que tiene, no aceptan que haya
personas que entiendan la política como un modo de servir a
los ciudadanos, no un modo de servirse ellos mismos.
Cada día nos despertamos con un nuevo escándalo político
local, desvelado por el trabajo incansable de políticos de
la oposición, que a mi parecer entiendo que están haciendo
un buen trabajo fiscalizando al Gobierno local, que buena
falta hace, a pesar de que por hacer ese trabajo estén
amenazados por indeseables carroñeros de la política local.
Pero esto no es lo peor, ya que se pueden ver nuevos
escándalos políticos en el horizonte, tenemos un Gobierno
local que hace agua como un barco casi hundido después de
una gran tempestad. Vemos cada día como la prensa nos
descubre como el dinero público de nuestra ciudad no ha sido
gestionado como nosotros creíamos que lo estaban haciendo,
vemos como aquellos políticos a los que hace tres años les
dimos la confianza de gestionar nuestra ciudad, nos engañan,
nos cuentan historias que ya nadie se cree, vemos como los
políticos del Gobierno local están imputados judicialmente,
y siguen agarrados a sus asientos sin que les importe el que
dirán o la imagen de descrédito que están dando al Partido
al que representan, que un día los llevó hasta esa
responsabilidad.
Comprobamos como políticos que teóricamente nos deberían
representan y defendernos, viven y trabajan fuera de nuestra
ciudad, regresando a Ceuta solo en las ocasiones en que hay
pleno, pero esto últimamente no esta ocurriendo muy a
menudo, ya que se ve como en los últimos plenos ya ni
aparece, pero seguro que todos los meses cobrará la
asignación correspondiente por asistencia a plenos, que es
una cantidad nada despreciable. Entiendo que si algún
diputado autonómico no asiste a los plenos, debería ser
sancionado por su partido o por la propia mesa de la
Asamblea, descontando el dinero de su asignación.
Según Gandhi: “La verdad jamás daña a una causa justa. El
sendero de la paz es el sendero de la verdad. Conquistar la
veracidad es más importante que conquistar la paz. Por
cierto, la mentira es la madre de la violencia. El hombre
veraz no logrará ser violento durante mucho tiempo: en el
curso de su búsqueda advertirá que no precisa ser violento.
Después, descubrirá que mientras persista en él un mínimo
rastro de violencia, no conseguirá encontrar la verdad que
procura. El hombre es un ser limitado. Como tal, nunca
conocerá plenamente la verdad y el amor, que son infinitos.
Pero poseemos un conocimiento suficiente de ellos,
suficiente para guiar nuestros pasos. En nuestros esfuerzos
por avanzar es posible que nos engañemos, y a veces muy
seriamente. Pero como ser, el hombre debe ser su propio
director: con tal autonomía puede cometer errores y
enmendarlos, así como lo hace frecuentemente”.
Por todo ello, la verdad de lo que sucede en nuestra ciudad
con el dinero público no debe ser motivo de amenazas ni
nerviosismos, debe ser cuestión prioritaria para todos los
ciudadanos de nuestra de Ceuta, el dinero público debe ser
gestionado con total transparencia y un cuidado absoluto de
que no sea malgastado ni despilfarrado. Todo político que se
compruebe que ha sido negligente con el dinero público,
debería ser expulsado de la vida política. Por tal motivo y
desde estas líneas quiero mostrar mi incondicional apoyo a
los políticos que fiscalizan el gasto de dinero publico que
tiene nuestra ciudad.
Para finalizar el artículo de opinión de hoy, quiero dejar
una pequeña reflexión, pronto hablaremos de nuevo de la
hípica de Ceuta.
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