La Asociación de Usuarios de la Comunicación ha mostrado su
preocupación por la aparición de modelos de oferta que, tras
la fachada de un término atractivo como es el del “consumo
colaborativo” en realidad suponen una práctica de
competencia desleal que afecta a la transparencia del
mercado, a la sostenibilidad de determinados sectores
económicos y a los propios derechos de los consumidores. A
raíz de la polémica generada en torno a la implantación en
España y en el resto de Europa de UBER, un servicio de
transporte privado alternativo, AUC señala que la apertura
del mercado a diferentes modelos de negocio para estimular
la competencia no puede suponer agravios comparativos entre
los oferentes, de modo que unos servicios, como ocurre con
el taxi, debe cumplir un exhaustivo repertorio de normas
para garantizar el correcto funcionamiento del sector y la
seguridad de los viajeros, mientras que los nuevos negocios
funcionan sin ningún tipo de regulación.
La Asociación de Usuarios de la Comunicación destaca que la
regulación de estos nuevos negocios es fundamental no sólo
porque, en realidad, se trata de prestaciones de servicio
con ánimo de lucro que requieren de transparencia y
homologación, sino también porque los ciudadanos necesitan
que se vean reconocidos y protegidos sus derechos como
consumidores.
En este sentido, AUC exige que se cumpla la legislación
vigente en relación a cualquier servicio de transporte de
viajeros que no pueda considerarse, como en este caso, un
mero compartir gastos entre particulares en el marco de
intercambios en el ámbito privado y sin ánimo de lucro, como
sería el caso de compartir vehículo.
|