La red yihadista ‘Brigada Al Andalus’ desmantelada este
lunes por agentes de la Comisaría General de Información del
Cuerpo Nacional de Policía, dentro de la ‘Operación Gala’,
había enviado a nueve ‘combatientes’ desde España y
Marruecos para que se integraran en las facciones
terroristas en Irak y Siria. En concreto, tenía conexiones
con grupos de otros 7 países.
El grupo, uno de los principales suministradores de
terroristas de la organización Estado Islámico en Irak y
Levante (ISIL), había conseguido constituir una estructura
propia a la que sus integrantes denominaban ‘Brigada Al
Andalus’, manteniendo conexiones con grupos en Francia,
Bélgica, Marruecos, Túnez, Egipto, Turquía y Siria, según ha
informado el Ministerio del Interior.
El grupo había incrementado considerablemente sus
actividades en las últimas fechas, por lo que los
investigadores la consideraban una grave amenaza para la
seguridad nacional. Fuentes de la lucha antiterrorista
consultadas han precisado que la ‘Brigada Al Andalus’ no
tenía planes para un atentado inminente. En total, se han
producido nueve detenciones y se han realizado once
registros domiciliarios en Madrid y Avila. En dichos
registros no se han hallado armas, aunque sí abundante
documentación que será analizada por los expertos, según han
informado las citadas fuentes.
Lider carismatico
Interior ha valorado el “importante golpe” dado a este
entramado -”supone una ruptura en el flujo constante de
milicianos dispuestos a formar parte de esta Yihad”-
liderado por Lahcen Ikassrien, de nacionalidad marroquí y
nacido en Alhucemas en 1967. Partidario de la tesis
salafista-yihadista y referente en el entorno de la
comunidad de fieles, era un líder carismático que ejercía un
férreo control y disciplina.
Lahcen Ikassrien, partidario de la tesis salafista-yihadista
y referente en el entorno de la comunidad de fieles, era el
líder carismático de la célula y entre las labores que
realizaba, estaría la de establecer un férreo control y
disciplina, imponiendo correctivos a todos aquellos que
expresaran algún tipo de crítica o pusieran en peligro la
seguridad del grupo. También adoctrinaría, asesoraría y
orientaría sobre los procedimientos a seguir en las zonas de
Yihad, dada su experiencia en tal cometido tras su paso por
Afganistán.
Los otros ocho detenidos son Mohamed Khalouk Darouani, de
nacionalidad española y nacido en Larache (Marruecos) en
1981; Abdeslam El Haddouti, de nacionalidad marroquí y
nacido en Tetuán (Marruecos) en 1979; Nabil Benazzou
Benhaddou, de nacionalidad española y nacido en Casablanca
(Marruecos) en 1972; César Raúl Rodríguez, de nacionalidad
argentina y nacido en Santiago del Estero (Argentina) en
1989; Mohamed Boukhalef, de nacionalidad marroquí y nacido
en Tetuán (Marruecos) en 1984; Oialae Chergui, de
nacionalidad marroquí y nacido en Asilah (Marruecos) en
1988; Younes Zayyad, de nacionalidad marroquí y nacido en
Marrakech (Marruecos) en 1984; y Deniz Ibryam Redzheb de
nacionalidad búlgara y nacido en Rusa (Bulgaria) en 1979.
Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas han destacado
el nivel de profesionalidad, radicalismo y experiencia de
los integrantes de esta célula terrorista. Además, han
valorado el hecho de que se encontraran en Madrid como un
salto cualitativo en su labor criminal. En este sentido, han
destacado que los nueve detenidos tienen un perfil más
radical que el resto de detenidos en las otras tres
operaciones policiales contra células de captación y envío
de terroristas realizadas desde el año pasado en Ceuta y
Melilla.
El desmantelamiento del grupo se ha llevado a cabo tras
constatarse un incrementado “de manera significativa de la
peligrosidad” de la célula terrorista, convirtiéndose en una
“grave amenaza para la seguridad nacional”. Las
investigaciones más recientes pusieron de manifiesto el
hecho de que esta red estaba desarrollando una agresiva
campaña de captación, incorporando de forma continuada
nuevos miembros. La investigación continúa abierta y todas
las actuaciones están declaradas secretas.
Hermano de un huido del 11-M
Otro miembro a destacar de este núcleo radical es Ismail
Afalah, hermano de Mohamed Afalah, huido tras los atentados
del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Sus funciones en el
entramado serían esencialmente operativas. Las
investigaciones realizadas han podido determinar que en la
actualidad se encontraría como ‘combatiente’ en algún lugar
de Siria o Irak.
Los responsables y dinamizadores de esta célula mantenían
una exhaustiva inspección sobre sus integrantes, ejerciendo
una tutela constante y directa, que comprendía desde su
“bienestar” corporal hasta su estado mental, con controles
sobre su asistencia a entrenamientos físicos, a las
reuniones de adoctrinamiento y a su adiestramiento
operativo, consistente en el manejo de armas. Todo ello con
el único fin de que llegado el momento de la selección de
los futuros “combatientes”, éstos estuvieran en plenas
condiciones físicas y mentales y no vacilaran en su
compromiso de unirse a la Yihad.
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