Hace muy pocos días yo escribía,
en esta misma columna, que aquí lo que realmente sobra es
dinero, y creo que yo tenía razón, por lo que hubo en la
Feria de Día, y por lo que ahora dice Carracao que sucedió
con la compra de nueve carrozas para una cabalgata de Reyes.
Llegados a esto, si es que ello es cierto, cualquiera hoy,
en Ceuta, podemos decir:”Cuando yo sea mayor quiero ser
concejal de Festejos”. Y es que la compra no fue de cuatro
reales, sino de 85.000€ y, también lo denuncia Carracao,
“compra a dedo”.
Una vez más, nos podemos encontrar aquí en un terreno
resbaladizo, como nos da el hecho abordado por el secretario
general del PSOE de Ceuta, según el cual la compra de estas
nueve carrozas para la cabalgata de Reyes de 2013 no
convencía al entonces consejero de Hacienda que en noviembre
de 2012 advirtió que no había tiempo para la adjudicación,
pero que con todo y eso, haciendo una auténtica pirueta, se
llamó a una empresa de Valencia para que trajese las
carrozas. Esto indica, siempre con los datos que aporta
Carracao, que la Consejería de Festejos contrató a dedo la
compra de estas carrozas, a raíz de una llamada por teléfono
y una contratación directa verbal, sin ningún contrato ni
expediente de adjudicación. Cuesta trabajo creer todo esto,
pero si es uno de los concejales de la oposición quien lo
denuncia y si, ahora, Caballas exige al Gobierno que
explique la compra de las carrozas, es que las cosas no
están totalmente claras y cristalinas.
Aquí no se sale de una y ya estamos en otra, o es que por
aquí cada uno va haciendo su santa voluntad, sin que le
llegue todo con claridad al mismísimo alcalde. Y es que
parece que aquí, en Ceuta, por aquello de que siempre hubo
dinero, este tipo de prácticas no parece extrañar a casi
nadie, al menos de los de dentro. No se puede explicar que
en un organismo serio y bien gestionado se puedan dar esta
serie de despilfarros.
Y no estoy diciendo que no fueran necesarias, que lo serían,
las carrozas, sino que lo que más parece extrañar es el modo
de adquirirlas, desde un organismo tan serio como debiera
ser un Ayuntamiento, en el que todos los que lo dirigen
deberían ser tremendamente escrupulosos al tocar cualquier
cosa que reporte gastos de dinero, se den y se repitan
hechos que, cuando menos, nos parecen muy extraños.
También Mohamed Alí ha salido a escena con este asunto y ha
pedido que el Gobierno dé, cuanto antes, todas las
explicaciones sobre lo que, desde Caballas, se considera “un
disparate escandaloso en la gestión del dinero público”.
Sigue diciendo Mohamed Alí que exige al Gobierno “que diga
por qué encargó esas nueve carrozas en Valencia y no las
encargó en Ceuta”.
Y como estamos llegando a la recta final, cara a unas
elecciones, que habrá el próximo año, la oposición se
muestra inflexible y José Antonio Carracao, que lleva varios
meses con una gran actividad, ha dicho que “el Gobierno
tendrá que dar muchas más explicaciones de las que ha dado
hasta ahora mismo”.
Son momentos de confusión, Ceuta está dando muestras de que
aquí no es diferente a lo que hay en otras partes, cuando se
busca trasparencia y se intenta cerrar una etapa de mucha
opacidad, según para qué cosas. El fin de la primavera ha
levantado el ánimo demasiado y eso está trayendo sus
resultados.
|