CCOO ha acudido a la Defensora del Pueblo ante el grado de
“pasividad” de los responsables de la Sanidad en Ceuta,
instándole, como supervisor de las administraciones
públicas, “a que actúe según sea competente ante las
autoridades sanitarias”, ya que defiende que “los habitantes
de nuestra ciudad sufren una clara discriminación con
respecto al resto de los ciudadanos de nuestro país”.
El sindicato expone que “todos somos conscientes de las
peculiaridades que condicionan para bien o para mal nuestra
ciudad: escasez de recursos, aislamiento geográfico, una de
las fronteras más desiguales del mundo, una composición
sociológica diversa...etc. Las autoridades son las primeras
en reclamar el reconocimiento de este hecho cuando solicitan
a la UE la inclusión de nuestra ciudad dentro de las
regiones ultraperiféricas o un apoyo explícito ante la
presión migratoria”.
Según CCOO “a nivel sanitario estos condicionantes están
presentes a pesar de que la legislación española es clara a
la hora de hablar de la equidad como uno de los principios
básicos de nuestra sanidad. Los ceutíes merecemos unos
mejores resultados en los índices sanitarios que actualmente
nos sitúan como la ciudad con la menor esperanza de vida de
nuestro país y con diferencias de hasta 6 años entre unos
barrios y otros”.
En este sentido, CCOO ha denunciado reiteradamente esta
situación obteniendo “diferentes respuestas”. El sindicato
señala que “Madrid ha optado por el silencio, Delegación
sólo ha salido en prensa para dar cifras desorbitadas de
gasto sanitario por paciente, y nuestro gerente ha optado
por seguir con su administración del personal con la peor fe
posible”.
Deficiencias
Para el sindicato sería “absurdo” pretender contar en
nuestra ciudad con “superespecialidades que supondrían un
derroche de recursos, a nadie se le ocurre reclamar una
unidad de quemados para nuestra ciudad”. Sin embargo,
Comisiones afirma “no hablar de situaciones tan
excepcionales. Al contrario, nuestra sanidad no ofrece a los
ceutíes las mismas oportunidades de tratamiento en
enfermedades muy frecuentes”.
En este sentido señala que “todo el que haya tenido que
desplazarse fuera de nuestra ciudad para determinados
tratamientos oncológicos sabe lo penoso de dichos
desplazamientos. Seguro que los familiares de personas
fallecidas tras agonizar en nuestro hospital habrán
lamentado no contar con una habitación individual en esos
momentos tan duros a pesar de tener muchas habitaciones sin
uso en nuestro hospital. Muchos de los pacientes ingresados
requieren ser trasladados para sus tratamientos de
hemodiálisis porque nuestra administración es incapaz de
poner en marcha una unidad de hemodiálisis hospitalaria para
esos casos. Nuestra ciudad no cuenta con unidades de
atención psiquiátrica infantil ni con centros de media o
larga estancia lo que debería ser compensado con un refuerzo
en la dotación de la unidad de salud mental y la de
hospitalización de agudos”.
También lamentan que “tras años a vueltas con el tema
nuestros directivos han sido incapaces de poner en marcha
plenamente un codigo ictus que podría paliar una de las
primeras causas de discapacidad en nuestra sociedad. Nuestra
población no cuenta con la posibilidad de determinados
tratamientos intervencionistas cardiacos cuya eficacia está
demostrada en los primeros momentos de un infarto. El
abordaje de la neurocirugía ha sido fugaz y tangencial, de
forma que el único profesional en esta especialidad ha
permanecido en activo durante apenas un año y en ningún
momento ha sido incluido estructuralmente en el INGESA. La
atención primaria requiere de recursos suficientes para
asumir la puesta en marcha de las estrategias fundamentales
de salud, la detección de la violencia de género, un mejor
control de los pacientes polimedicados o el de detección del
cáncer de colon son programas que dan cuerpo al auténtico
sentido promotor de salud de la atención primaria que
actualmente se encuentra desbordada por la actividad
asistencial pura”.
Todo esto sin mencionar temas más “prosaicos pero no menos
importantes como el desarrollo de una vez de la cita
telemática que evite horas de espera cada vez que hay que
coger cita”.
“Nos consta -destaca CCOO- que en muchos de los temas
mencionados los profesionales de cada especialidad tanto
facultativo como el resto del personal sanitario ha mostrado
su total disposición a desarrollar los programas sin que el
INGESA haya sabido o querido dar solución a estas
situaciones”.
Por ello, el sindicato espera que su recurso a la Defensora
del Pueblo “sirva de acicate a los responsables, es el
momento de que nuestras autoridades comiencen a valorar la
posibilidad de desarrollar planes como los mencionados,
estudiar su viabilidad y su relación beneficio-coste,
balance que, estamos seguros, será positivo en muchos
casos”, afirmando que “lo que no es de recibo es que dejen
languidecer nuestra excelente sanidad gracias a unos
gestores cortoplacistas y cuya única idea es recortar
personal y proponer formas de gestión cada vez más cercanas
a las privadas. Si esas son sus únicas ideas que dejen el
puesto a personas más comprometidas con una sanidad pública
de calidad”, exige Comisiones Obreras.
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