La Feria del Libro de Ceuta llegó ayer a su fin tras nueve
días intensos llenos de actividades, pero en los que las
ventas no han sido las esperadas. Los libreros lo han
trasladado desde el principio: este año no se ha vendido
como en otros. La crisis ha hecho mella más que nunca en
este sector, a pesar de que la feria ha estado arropada por
multitud de actividades con las que se ha querido fomentar
la lectura.
Desde el área de Cultura, la consejera, Mabel Deu, hacia
ayer un balance positivo sobre la respuesta de los ceutíes a
las actividades. Este año se ha elaborado un cartel con
eventos para todos los públicos y que se han desarrollado en
escenarios repartidos por toda la ciudad. Desde la
Biblioteca Pública del Estado hasta las Murallas Reales,
pasando por la Plaza de Los Reyes y el Teatro del Revellín.
Presentaciones de libros, recital poético, conciertos o
talleres se han ido desarrollando en esta feria que como eje
central tenía el objetivo de homenajear a dos grandes de la
literatura en castellano: Gabriel García Márquez y Antonio
Machado.
Para próximos años, Cultura se marca el reto de ir haciendo
crecer esta feria con la visita de grandes figuras de la
literatura. Una tarea difícil y así lo reconocía ayer la
consejera, que explicaba como la coincidencia de la feria de
Ceuta con la de Madrid complica la llegada de escritores.
La Banda de Música Ciudad de Ceuta fue la encargada de poner
el broche de oro a esta edición de la feria, que se ha
desarrollado en la Plaza de Los Reyes por segundo año
consecutivo después del peregrinaje que llevó a los libreros
a pasar por diversas ubicaciones como la plaza Nelson
Mandela, el Paseo de las Palmeras, Gran Vía o los bajos del
Teatro del Revellín. Sin embargo, se ha vuelto a esta plaza
y la intención es mantener la feria aquí, como lo demandan
los libros. Tras el concierto de la banda municipal hubo
otro de ‘The Sweet Vandals’ en La Sala.
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