Podía haber escrito hoy sobre
alguna de las charlotadas que se vienen dando, día tras día,
pero he preferido escribir sobre una persona seria, que
desde hace muchos años, profesionalmente, se dedica con toda
su alma a la sagrada profesión de informar a los demás.
Por tanto, tener una serie de líneas con uno de los
“alborotos del día”, o tener esas líneas dando un mínimo
repaso al trabajo serio y ordenado de una persona que está
ahí, que vive la información, que vive Ceuta las 24 horas
del día y que conoce Ceuta como pocos la conocen es por lo
que he elegido en esta ocasión.
Cuando yo llegué a Ceuta, allá por el mes de septiembre de
1978, ya entonces, con una juventud arrolladora, Beatriz
Palomo trabajaba, día y noche, las 24 horas de cada día, en
la Cadena Ser de Ceuta. Desde entonces, en mi actividad
informativa fuimos colegas, ya que yo venía de otra Cadena
Ser, de Badajoz.Desde entonces nos conocemos, nos
respetamos, nos tenemos sendo aprecio y sabemos valorar lo
que hay a nuestro alrededor, lo que nos rodea siempre. Por
ello, no me ha extrañado, en absoluto, su saber ver, saber
valorar y su aprecio, de principio a fin, de un chavalito,
un joven ceutí, un “matrícula de honor” al que acompañé hace
muy pocos días a la Televisión de Ceuta.
Beatriz Palomo, en esa entrevista a este jovencito de Ceuta
que ha terminado 2º de Bachillerato con matrícula de honor,
estuvo también de matrícula de honor, en su medio de
comunicación. Demostró una vez más, si es que lo tiene que
demostrar todavía, que es una profesional como la copa de un
pino y que en unos momentos como estos, en los que el
jolgorio, las charlotadas de feria y los fuegos artificiales
parecen ser la atracción de casi todos, también la seriedad
o el saber estar, el dominar cada momento, algo que pocos lo
hacen, ella lo domina, lo entiende y lo pone de manifiesto
cuando hay que ponerlo.
En definitiva, de las tres premisas: querer, saber y poder,
ninguna de ellas se le quedó, ni se le queda nunca en el
tintero.
Y poder escribir esto hoy, cuando estamos hasta las narices
de tanto folklore barato, me apetece más, mucho más, que
“dar cuerda” al último o al penúltimo hecho del culebrón del
verano que viene dándose no sé si desde el otoño o desde el
invierno.
A mí, por aquello de haber nacido en una época en la que el
“chismorreo” estaba controlado y muy controlado, me gusta
más la seriedad, la profesionalidad y la sensatez que todo
eso que sirve de escarnio, de burla constante y de falta de
seriedad.
¿Y como se esquiva o se evita todo ese pachangueo?.
Sencillamente, siendo profesional, cada uno en lo suyo, y en
lo suyo, en los medios de comunicación, es donde desde hace
ya muchos años, ha venido y viene demostrando Beatriz Palomo
esa profesionalidad que, no me canso de repetir, le acompaña
perfectamente.
A estas alturas, alguien podrá decir que estoy escribiendo
esto, al haber estado en la Televisión de Ceuta, y lo hago
por eso y porque allí se supo valorar lo que representa una
juventud consciente, que merece mucho la pena y que se
valoró como pocas veces se valora en otro tipo de medios.
Los que durante más de 40 años hemos estado en diversos
medios de comunicación, podemos apreciar y medir en su justa
dimensión la labor de una profesional de cuerpo entero. Hoy
lo que yo digo, de verdad, es:”gracias por ser como eres,
Beatriz Palomo”. Y es que van pasando los años pero una
persona como ella sigue: “genio y figura”, por el camino
recto.
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