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La consejera de Fomento y
Urbanismo, Susana Román, y el viceconsejero de Vivienda,
Antonio López, tranquilizaron ayer a las familias de la
populosa barriada de Benzú afectadas por los desalojos, y
que afectan a unas veinte, por la Ley de Costas, porque no
abandonarán la barriada, a la vista del proyecto de
urbanización que se incluye en el Plan General de Ordenación
Urbana, para la construcción en esta zona de entre cuarenta
y sesenta viviendas, lo que supone reubicar a los afectados
sin perder la vinculación con la barriada en la que han
venido desarrollado su vida.
La Ciudad Autónoma de Ceuta siempre apostó por no dejar a
nadie desamparado, aún cuando la normativa haya que
cumplirla, si bien la alternativa de arraigo se contempla al
igual que la sensibilidad de la Consejería de Fomento con
quienes merecen la consideración necesaria como para no
cambiarles la vida de forma abrupta. De ahí que se reuniera
la consejera Susana Román con la presidenta de la barriada
de Benzú para transmitir a los vecinos la tranquilidad
suficiente como para que no sientan ninguna convulsión en su
vidas.
La polémica situación de algunas viviendas de la barriada de
Benzú, donde en la actualidad hay quince expdientes
abiertos, siempre ha sido un asunto conflictivo por la
confrontación de intereses, aunque la Ciudad Autónoma
siempre se brindó a facilitar un procedimiento que
contemplara el cumplimiento de la ley y las aspiraciones de
los vecinos. Una solución de consenso que evita un problema
social y que aún contará, en el caso de que se aceleraran
los desalojos de los ocupantes en las viviendas afectadas,
de un realojamiento en tanto no finalizasen las obras de las
nuevas viviendas en Benzú. Por el momento, tranquilizar a
los vecinos sobre su futuro y mantener el diálogo es
fundamental.
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OPINIÓN / EDITORIAL
