El área de Sanidad de la Unión Sindical Obrera (USO) en
Ceuta ha denunciado cambios ilegales en los turnos de los
pinches de cocina del Ingesa en el Hospital Universitario.
Su representante, Javier Montero, explica como a los
trabajadores les ha llegado una orden desde Dirección de
Gestión en la que se le avisa de que habrá cambios de
horarios cada vez que la dirección así lo disponga. Esto en
la práctica se traduce en que hay alteraciones “de un día
para otro”, cuando los cuadrantes se hacen para un año
completo, y desde USO advierten de que se están rompiendo de
forma unilateral todos los acuerdos relacionados con la
conciliación laboral y familiar. Por ello, el sindicato está
estudiando llevar la situación a los juzgados, aunque antes
va a presentar una reclamación formal ante la Dirección de
Gestión del Ingesa. No obstante, Montero se muestra
escéptico ante una posible contestación y así lo deja ver,
para recordar que hasta ahora la mayoría de sus escritos han
recibido el silencio por toda respuesta.
Según explica Montero, esta situación se ha generado por el
traslado a uno de los pinches que había en plantilla a otra
área. El trabajador solicitó el cambio por motivos de salud
y el Comité de Enfermedad y Salud del Ingesa lo aprobó,
aunque también especificó que la plaza debería ser cubierta.
Pero Montero asegura que a esta recomendación, “no se ha
hecho ni caso”. “El personal está indignado, ve que se
llevan a una persona y la pérdida la tienen que asumir
ellos”, traslada el representante de USO para explicar que
esta baja, en el turno de tarde, se compensa cambiando el
cuadrante “de hoy para mañana”.
Montero afirma que esta práctica es “totalmente ilegal” y
que para que se cumpla, desde Dirección de Gestión,
“intimidan y amenazan al personal diciéndole que si no lo
hacen, que se atengan a las consecuencias”. Entre la
plantilla, compuesta por 17 pinches, hay personal fijo, pero
también hay interinos y contratados eventuales, que son los
más perjudicados, ”porque sus trabajos penden de un hilo”,
destaca el representante de USO. Una situación ante la que
Montero espera respuestas.
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