Otra vez, con más de 500 personas
que se colaron, tras haber tirado parte de la valla y otros
500 más que tendrán que ser atendidos, alimentados,
socorridos y ..., todo lo que haga falta.
Esta ha sido la entrada más numerosa, especialmente, desde
mediados de marzo y pone en situación crítica al propio CETI
melillense, que con una capacidad para unas 450 personas,
está ahora tan superpoblado que son ya más de 2500 los
inmigrantes que se encuentran en la ciudad hermana.
Y la pregunta ahora, una vez más, sería esta :¿Quién va a
arreglar la situación a la que se ha llegado?. La situación,
hay que reconocerlo, desde ahora mismo, es muy complicada y
si desde Europa no se ve esto como un verdadero problema a
solucionar por todos, por ser un problema europeo, la
solución sería imposible.
Europa, que estos días se está preocupando de analizar lo
que han dado las elecciones del domingo, tendrá que
preocuparse, pero de verdad, de estas fronteras del sur de
Europa, porque estas llegada a Melilla, a Ceuta, al sur de
Italia y a gran parte de las costas del Mediterráneo, son
invasiones potenciales para todo el resto del continente
europeo, por lo que el freno no hay que echarlo desde
Madrid, el freno habrá que ponerlo desde Bruselas, para
atenuar el problema de Ceuta, de Melilla, de Sicilia y de la
propia Bruselas.
Y los medios que se están utilizando queda claro que no han
dado, todavía, los resultados que se hubiera deseado, con lo
que cada día parece que se va improvisando algo nuevo, pero
nada de ello ha dado resultado satisfactorio y ahora la
esperanza está en otro tipo de red. Volvemos al cuento de
nunca acabar.
Y hay algo que debiera preocuparnos y es que todos los
grupos, especialmente los más “progres”, parece que no se
han enterado de la invasión esta a Melilla, cosa que no ha
sucedido en otras ocasiones y que nos indica que los
políticos se preocupan de lo suyo, únicamente, con lo que
esa preocupación que se tenía, pongamos por caso el seis de
febrero, era una preocupación, simplemente, para la galería.
Estos días se están preocupando de qué puede ser de muchos
de ellos si los votantes cambian su sufragio en otra
dirección, tras ver el giro copernicano de las últimas
elecciones.
Ceuta, afortunadamente, desde primeros de febrero, no ha
vuelto a ser asediada, pero eso no quiere decir nada, porque
lo de Melilla no se esperaba y ha llegado, no sé si por
sorpresa o porque ya había tantos que han arriesgado, con
todas las consecuencias.
Tengo ganas de que alguno de los partidos nos diga algo
positivo sobre esta nueva invasión a Melilla, pero creo que
no lo van a decir porque ahora lo que más les interesa es
tratar de hacer la higiene democrática y analizar la
trasparencia que no han tenido y no creo que vayan a tener,
porque los grandes partidos expulsan a los que quieren tanto
esa trasparencia como la democracia.
Los partidos, los grandes al menos, se siguen tapando las
vergüenzas, recurren cada día más, en todos los terrenos, al
“y tú más”, en vez de comenzar, de una vez, a hacer
autocrítica de lo que han sido, de los que son y de lo que
podrán ser, en el futuro, o dejar de ser.
La falta de autocrítica, por mucha pedagogía que quieran
imponer, no les va a dejar caminar en el futuro, o les va a
hacer caminar, si a caso, a ritmo de caracol. Pero mientras
tanto, Melilla otra vez ha sido invadida.
|