José Antonio Carracao ha dado una serie de claves llevado
por el método socrático para la indagación y búsqueda de
nuevas ideas porque la reflexión y el razonamiento tras los
últimos resultados electorales, imponen que la grandeza de
la realidad conlleve a una profunda reflexión. Así lo ha
hecho el secretario general de los socialistas ceutíes que
anuncia ya, desde el primer minuto, la ruta para las
elecciones de mayo de 2015.
El líder socialista ha puesto sobre la mesa las
contradicciones de algunos que atizan sobre sus gastos de
campaña y no tienen miramientos de pasar sus tarifas
publicitarias, de quienes venden sus silencios por una línea
editorial complaciente con el Gobierno a cambio del pastel
institucional de publicidad en forma de millones de euros, o
de quienes buscan prebendas a la sombra del poder. Todo son
diversas caras de cómo prostituirse o corromperse a cambio
de “qué hay de lo mío”.
Carracao ha marcado la hoja de ruta: inicia su carrera a las
elecciones locales/autonómicas analizando los votos
obtenidos en los comicios del pasado domingo que,
curiosamente, con la mitad de participación, han sido
equivalentes a los de las anteriores elecciones locales, por
lo que su descenso en las europeas, es atribuible a la
irrupción de Primavera Europea (con Caballas) y a Podemos.
La postura socialista de reconocimiento es situarse en el
camino de la verdad. Una forma de captar el mensaje del
electorado, de reflexión, de lectura adecuada y afrontar, de
manera contundente, el futuro próximo con las garantías
suficientes.
El PSOE ha marcado el camino a seguir, alejado de la
complacencia, y asumiendo con humildad las consecuencias de
unos resultados que no han sido lo satisfactorios que
hubieran deseado los socialistas, aunque mantener los votos
de las últimas elleciones con la mitad de la participación
es algo a valorar.
A partir de ahora, Carracao afronta la necesaria situación
de despegue, de alternativa seria para abandonar lo que el
líder socialista ha denominado “travesía del desierto” que
ha venido acometiendo. No lo ha tenido fácil el joven
socialista tras la refundación de su partido en Ceuta, pero
no le faltan ganas y entusiasmo, ni fuerzas para emprender
nuevos e ilusionantes retos.
Si como promete está dispuesto a hablar claro, a no
arrugarse ante los envites que, a buen seguro, va a sufrir,
podrá enarbolar la bandera de la limpieza ética, moral y
política. Las políticas “tóxicas”, contaminadas,
fraudulentas, no conducen a ningún sitio de éxito y tienen
poco futuro.
Quienes gobiernan han de preocuparse mucho de limpiar su
casa por dentro. En los últimos meses, vienen saliendo
demasiados cadáveres de los armarios y las alfombras, aún no
se han levantado del todo. Quiere decirse que, aún quedan
nuevos episodios por escribir. Y para afrontarlos, no sólo
hay que tener muchos arrestos, sino también el techo de
cristal para que la transparencia evite expandir sospechas
innecesarias y vinculantes.
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