El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio
González Pérez, tras ejercer su derecho a voto, declaró ayer
que las Fuerzas de Seguridad prevé un verano de “intensa”
presión migratoria por la vía marítima sobre la Ciudad
Autónom.
Las palabras del delegado del Gobierno llegan después de que
el sábado agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil
interceptaran en la zona de playa de la potabilizadora un
contingene de subsaharianos compuesto por 46 personas, según
los datos facilitados por la Policía, entre los que se
encontraban cinco niños, quince mujeres, dos de ellas
embarazadas, y veintiséis hombres.
El delegado ha dejado claro algo que ya se había detectado
hace fechas por parte de las autoridades españolas y es que
“hace ya algún tiempo que las estrategias de las mafias que
se dedican al tráfico de seres humanos han cambiado y ahora
se dedican sobre todo a facilitar a los inmigrantes balsas y
otras embarcaciones, con o sin motor, y la presión por esa
vía seguramente aumentará con la llegada del buen tiempo”,
ha explicado González Pérez.
Este hecho ha quedado demostrado en la ciudad tras las
últimas llegadas de inmigrantes hasta el litoral ceutí.
Anteriormente, la llegada de inmigrantes de origen
subsahariano se producía en pequeñas balsas e, incluso, en
barcas de plástico de playas, pero el refuerzo realizado por
las autoridades marroquíes en el mar y la colaboración con
las Fuerzas españolas está provocando que las mafias hayan
decidido emplear embarcaciones semirrígidas para el traslado
irregular al territorio nacional.
Este verano se aplicará un control específico sobre el uso
de motos acuáticas para introducir irregularmente
extranjeros en territorio español de forma “individual”.
España mantienen una colaboración “intensa” para contener la
inmigración irregular pero ha dejado claro que “los
dispositivos activos tienen claro que el límite en la
contención está en preservar las vidas humanas”.
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