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OPINIÓN - JUEVES, 22 DE MAYO DE 2014

 
OPINIÓN

Los “hijos de”, los “sobrinos de”, las “hermanas de” ... ¡¡Qué vergüenza!!

Por Alejandro S.


La preferencia que tienen los servidores públicos para dar empleos a familiares o amigos, sin importar el mérito para ocupar el cargo sino su afinidad, lealtad o alianza, es una fórmula de favoristismo, una práctica de meritocracia y cuyo uso negativo conduce, inexorablemente, a la corrupción. Y estas situaciones se están dando aquí, en Ceuta.

Cualquier práctica de “enchufismo”, de tendencia a favorecer a familiares y personas próximas o afines en cargos, premios o trabajos, es un ejercicio malsano que Mohamed Alí ha definido como “mercadería miserable” y que supone la aberración a un sistema de igualdad, mérito y capacidad, cuando no, de anticonstitucional derecho al trabajo para su acceso libre.

Restringir las opciones al empleo al carácter preferente en las actuales circunstancias económicas para familiares y amigos es una ignominia tal que conlleva al nepotismo ilustrado. Una conducta deleznable, con nulos valores éticos y sin escrúpulos. Algo tan despreciable como sus protagonistas y promotores. Bien es verdad que España siempre ha sido un país de pícaros pero que la picaresca provengan de los cargos públicos es corrupción política pura y dura.

Quien estampa su firma en una demanda de empleo en tales circunstancias anómalas de ventajista comete el grave pecado de favorecer arbitrariamente a personas en detrimento de otras a las que se les margina por el simple hecho de no ser afines, próximas o no mantener con ellas vínculo de ningún tipo. Unos desfavorecidos, no por su incapacidad de aceder a un trabajo sino por la prepotencia de la designación “a dedo” de quien tiene potestad para ejecutarlo.

Por ello, cuando se hacen declaraciones grandilocuentes de que se vende humo quien prometa 6.000 o 7.000 puestos de trabajo en Ceuta, o que ya se ha cerrado en el Ayuntamiento la puerta de atrás y luego, se conducen con las conductas que aquí denunciamos, representan la mayor farsa que se puede protagonizar para reírse de la sociedad, del ciudadano y del parado.

Esa conducta tan miserable, bien merece un correctivo por impresentable socialmente y ruín a nivel individual. No cabe prodigarse con estos métodos tan rastreros ni utilizar las instituciones para este tipo de “favores” en una sociedad dolorida, aniquilada, con el paro hasta unos niveles insoportables.

Cometer estos excesos, bien merecen ser perseguidos de oficio por quien corresponda por el uso y abuso del poder. ¿Cómo se van a hacer públicas ningunas listas, con los nombres y apellidos que recogen?

Los “hijos de”, los “sobrinos de”, los primos de”, los “hermanos/as de” colocados a dedo, son una vergüenza para toda la ciudadanía en una Ceuta con un 40% de personas en el umbral de la pobreza, con 7.000 personas (con cara y ojos, como decía Rajoy al hablar de los parados) que acuden al banco de Alimentos, con más de 13.000 parados, con un 73% de desempleados jóvenes y con quienes recurren al IMIS porque el elevado estado de necesidad les lleva a ello, es una indecencia, una obscenidad y escandaloso. Las situaciones que publicamos con los casos derivados de la Colaboración Social y los Planes de Empleo en la que los que trabajan y les recortan el sueldo, sustentan sueldos de desempleados favorecidos por el Gobierno local.

Una situación de corrupción escandalosa, intolerable, vergonzosa y, desde luego, indefendible, se mire por donde se mire.
 

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