Personalmente he puesto de
manifiesto en reiteradas ocasiones los graves y serios
problemas que lleva atravesando la ciudadanía. En
democracia, el Gobierno que sale de las urnas está
legitimado para ejercer y tomar decisiones; pero
afortunadamente, gracias a la libertad de expresión, los
ciudadanos podemos comunicar nuestra opinión y las
inquietudes que nos provocan las decisiones de nuestros
gobernantes.
También he aludido a los mecanismos de la democracia, para
que la ciudadanía pueda intervenir y corregir el rumbo de
las políticas que no nos gustan o que nos atenazan,
impidiendo que sigan asfixiándonos. A mi modo de entender
estamos llegando al límite. Estamos hartos que sobre los
sectores más débiles de la población y las clases medias
haya caído la obligación y la responsabilidad de pagar las
necesidades de nuestro país con la subida de impuestos,
mientras un grupo reducido de poderosos sigan
enriqueciéndose y uno de cada tres niños esté en el umbral
de la pobreza; estamos hartos del pago de 700.000 millones a
la banca y que solo dejen 6000 millones para el empleo
juvenil en Europa, sin que fluya el crédito, como
manifestaba Elena Valenciano.
Estamos hartos del billón de euros que se escapan con el
fraude fiscal; estamos hartos del camino que nos ha obligado
a transitar la derecha europea, con Merkel a la cabeza, con
políticas de austericidio; estamos hartos de las promesas
incumplidas por el actual Presidente del Gobierno; estamos
hartos de las pérdidas de poder adquisitivo que los
pensionistas van a tener que sufrir; estamos hartos de los
recortes a los que nos ha obligado el Gobierno actual, que
han afectado a sueldos, un empleo precario y que el paro
termine siendo más alto que cuando inició su andadura;
estamos hartos de la falta de futuro para los jóvenes;
estamos hartos de los “hachazos” contra la educación, la
sanidad y contra las políticas sociales y de dependencia;
estamos hartos…
Pienso que me faltaría espacio si continúo aludiendo a las
insatisfacciones de la ciudadanía, pero no pretendo pintar
de negro el ambiente negativo que nos rodea, para sumirnos
en la desesperanza. Comprendo la desafección que existe por
la política y la decepción nacional de muchos ciudadanos;
pero vuelvo a insistir en las soluciones de la democracia..
Desde mi punto de vista, los ciudadanos tenemos un recurso,
un derecho y un privilegio, que no deberíamos desaprovechar
y es el poder votar.
Respetando la decisión de cada ciudadano, creo que votando
sí que podemos influir, para que el rumbo y la política de
la Unión Europea y la del Gobierno cambien. Los votos son la
mejor encuesta para expresar nuestra opinión y para que el
Gobierno reflexione sobre su actuación política. Las
actuales elecciones son europeas, pero con gran influencia
en las políticas nacionales. Estas elecciones influirán en
el futuro de Europa, pero también en el futuro de nuestro
país. Las urnas llenas de papeletas son el mejor “antídoto”
para combatir nuestro hartazgo ante la política que
desarrolla el Gobierno actual.
Sobre los últimos debates europeos y nacionales, quiero
destacar según mi opinión, el error cometido por el Sr.
Arias Cañete. Pienso que en vez de argumentar sobre las
elecciones europeas, se limitó en gran parte a criticar al
anterior Gobierno y a “conducir” solo mirando el retrovisor.
Este tema ya se dilucidó en las anteriores elecciones
generales, ahora tocaba Europa y en todo caso el seguimiento
de las promesas incumplidas por el Presidente Rajoy en la
campaña de las anteriores elecciones generales. Aquí no
aludo a la falta de respeto a la mujer por el Sr. Cañete, de
la que la opinión pública se ha hecho eco a nivel nacional..
Respecto a lo manifestado por Elena Valenciano:” Se refirió
a una Europa de libertad y de progreso, frente a una década
de derecha europea. Es necesario cambiar Europa para mejorar
la justicia social y el empleo. Es necesario un giro a la
izquierda para que se defienda un empleo digno y los
derechos de las mujeres… Hay otras ideas y la posibilidad de
cambio con el voto. El PP ha hecho mucho daño. Necesitamos
que en Europa se abra un camino de esperanza, para una
Europa con rostro humano, donde se defiendan los derechos de
los jóvenes, los trabajadores y los servicios básicos.”
Por su parte, Martin Schulz, candidato socialista a presidir
la Comisión Europea manifestó, entre otras, las siguientes
reflexiones y afirmaciones: “Hay que poner por delante al
ciudadano de a pie. Los bancos asumieron riesgos y los
ciudadanos pagaron las responsabilidades. Es necesario que
las pequeñas y medianas empresas tengan acceso al crédito.
Es necesario recobrar la confianza y combatir la miseria y
la pobreza. Necesitamos un sistema legal adecuado de
inmigración. Es necesario terminar con la corrupción con
reglas europeas y nacionales. La casa europea tiene que
abrir puertas y ventanas y priorizar por los ciudadanos de
la calle. Propugnar una vida mejor y un futuro prometedor
para los jóvenes con menos sufrimiento”
Para terminar haré mención a las propuestas electorales que
defiende para Ceuta, la candidata socialista Izaskun Bernal.
“Ceuta es una de las ciudades con más paro de toda Europa
destacando el desempleo juvenil y femenino. Es una de las
regiones con mayores tasas de pobreza y analfabetismo, que
conlleva la falta de cohesión social. Ceuta necesita desde
Europa un compromiso claro donde la igualdad, la libertad y
la solidaridad se respeten escrupulosamente. Es necesario el
establecimiento de un tratamiento diferenciado, específico y
estable para Ceuta en la dotación de los fondos
estructurales, así como en las ayudas, a fin de garantizar
la continuidad de los procesos actuales de convergencia
económica y social y la prestación de servicios básicos en
niveles de calidad iguales al resto de España”.
“Integración en la Unión Aduanera. Impulsar con la frontera
el establecimiento de una Aduana Comercial. Política Común
de Inmigración y de lucha contra la inmigración irregular,
junto al establecimiento de un Instituto u Observatorio
Europeo. Potenciar proyectos de cooperación transfronteriza
y de vecindad. Defender los derechos de los pasajeros frente
al abuso de las navieras. Potenciar el puerto. Impulsar la
representación de Ceuta en el Comité de las Regiones y a
través de la red de oficinas regionales. Protección del
estrecho de Gibraltar como zona de alto valor ecológico…” No
podemos dejar de apostar por el futuro y la esperanza.
Nuestro principal y mejor recurso es votar el próximo
domingo 25 de mayo.
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