Es como suelen actuar los partidos
políticos, muy especialmente, desde que el mundo de las
ideologías se quedó parado en el XIX, con lo que toda esa
cantinela que tanto repiten los “progresistas baratos” se
queda en eso, en la constante cantinela de:”la política de
izquierdas”, por ejemplo.
Y en los últimos días acabamos de ver dos posiciones que
marcan, definitivamente, lo que estamos diciendo. Por un
lado el talante de no cerrazón de Felipe González, el
presidente que más años lo fue del Gobierno, en esta
democracia, y que ahora, sin pudor alguno, y muy
especialmente cuando ve el ritmo que lleva la política de
este país, en la que el PSOE está perdiendo cada vez más
terreno, propone un acercamiento para formar gobierno, un
gobierno de concentración o como cada uno lo quisiera
llamar, incluso con el mismísimo PP. La vista de González no
le ha fallado todavía.
La reflexión y su manifestación no me extrañan, porque,
gustándonos más o menos, Felipe González siempre dio la
talla, él por supuesto, tanto en la Presidencia del
Gobierno, como antes de haber llegado a ella, en la
oposición, con lo que esto que propone ahora, si es que no
lo proponía hace 35 años, de vez en cando lo dejaba
entrever, naturalmente cuando estaba en la oposición.
Lo malo, ahora, es que no va a tener, dentro de su propia
casa, mucho apoyo en esta propuesta y desde el mismísimo
secretario general del PSOE parece que se le dice que
“verdes se han segado”. Allá cada uno.
Y es que, si esto que propone Felipe González puede extrañar
a algunos, a mí no me extraña nada, viendo como hay ciertos
grupos, nacionalistas y de otros cortes que pueden dar con
maridajes que traerían el desastre para el país. Y lo que
podría extrañar, por ejemplo, y muy de veras, desde el
primer día es ese otro maridaje que, tras las últimas
elecciones autonómicas, se dio en Extremadura, con IU
apoyando al PP. Una forma clara de debilitar al PSOE, al
permitir que sea el PP el que está gobernando. Y el
“matrimonio”, en tierras extremeñas, está claro que sigue
siendo muy bien avenido, cuando hace tres días IU ha vuelto
a apoyar el PP, para que estos sigan gobernando, tras haber
propuesto una moción de censura el PSOE en Extremadura.
IU ha tenido la llave, no sé cuanto le costará este apoyo a
la propia Extremadura, pero las ideologías de izquierda, al
menos en tierras extremeñas han chocado de frente.
No me cabe la menor duda de que, si no aparece algún otro
partido bisagra, por ahí, IU “sin vender una escoba” es el
grupo que se va a llevar la parte del león, mientras que esa
parte que se puede llevar IU sería de las instituciones si
los grandes partidos, sin intereses particulares, formaran
un “centro” común.
Y es que hoy, tal y como está la situación, tendría que ser
un cretino para creerse que PSOE y PP están muy distantes el
uno del otro. Sin temor a equivocarme, tengo que decir que
de no ser “ni parientes lejanos” allá por los últimos años
de los 70 del pasado siglo, hoy, estos dos partidos se han
convertido en “primos hermanos”, al haberse ido acercando al
centro, unos y otros, desde la izquierda el PSOE y desde la
derecha rancia el PP, tras haber dejado fuera de las áreas
de poder a los nostálgicos de las derechas, si es que
todavía queda alguno, en las inmediaciones de ese poder, y a
los Gordillos o Cañameros de turno en “el añejo comunismo”
que nada tiene que hacer ya, salvo el intento de asalto a
algún supermercado.
Felipe González va por delante de todos los que se
autodenominan de izquierdas y trata de encontrar ese lugar
en el que estaría el más claro de los asentamientos para
nuestro país.
No sé como van a quedar los resultados de las europeas, pero
si Europa no quiere seguir mirándose el ombligo, es posible
que tenga que adoptar una posición cercana a la que propugna
el ex presidente del Gobierno de España.
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