Felipe González, uno de los
mejores presidentes que ha tenido nuestra democracia y un
gran hombre de Estado, cada vez que habla lanza una
sentencia, que a algunos de su partido les decompone el
cuerpo y le entran temblores.
Hace unos días, Felipe González, que está a mucha distancia
de la gran mediocridad de la mayoría de los políticos
españoles, dijo que sería una opción deseable un Gobierno de
coalición entre PP y PSOE “para sacar el país adelante”.
Cosa que ha caído como una bomba en la sede socialista,
descomponiendo al dúo formado por Rubalcaba y Elena
Valenciano, que habían planteado su campaña hacía Europa
presentándose como una opción radicalmente opuesta a la que
representa la derecha europea.
Una estrategia que ya se había encargado de arruinar
Hollande, al anunciar recortes y medidas de contención en el
gasto. Los socialistas franceses que eran el espejo en el
que querían mirarse los socialistas españoles, en esta
campaña de las elecciones europeas, han comprobado como
Hollande seguía los mismos pasos que Rajoy ha dado en España
para tratar de salir de la crisis. Nada d extrañar, pues,
que las declaraciones de González hayan sido una bomba para
los intereses de Rubalcaba, que se ha apresurado a decir que
mientras él sea líder del PSOE “no habrá un Gobierno de
concentración en España”.
Por cierto, todo hay que decirlo, esa propuesta de un
Gobierno de coalición entre los dos grandes partidos, ya la
inició el candidato del PP, Arias Cañete y la refrendó en su
declaración aquel mismo día, por la noche, Felipe González.
Por mucho que el resto de los partidos hayan criticado la
frase de ambos políticos, sobre un Gobierno de coalición, en
una situación de emergencia como la que estamos viviendo,
esa gran coalición estaría más que justificada, pues ella
sería una garantía de estabilidad.
Además han tenido una gran visión de futuro, pues dadas las
circunstancias que estamos viviendo en España, con el
crecimiento que están llevando a cabo el resto de los
partidos minoritarios, se acabaría, de una vez por todas, el
bipartidismo que viene gobernando España desde que llegó la
democracia.
Y eso, sin duda alguna, traerían consecuencias a los dos
grandes partidos, que se verían en la necesidad de pactar
con uno de esos partidos bisagras si quieren gobernar, con
las consecuencias que conllevarían tales pactos con alguno
de esos partidos a los que les tendrían que aceptar las
propuestas que ellos llevaban en sus programas.
Los mediocres, cosa lógica, no se enteran de nada porque no
ven más allá de sus narices y les va a pasar como el cuento
del lobo, que cuando se quieran dar cuenta el lobo hará acto
de presencia, y llegarán los lamentos.
Uno, ante todo esto, se pregunta, ¿Quiénes están
equivocados, la gran mayoría de los mediocres que están en
la política o Arias Cañete y Felipe González en su visión de
futuro?. No tengo duda alguna en la repuesta. La gran
mayoría de los mediocres que están en política.
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