Hoy día 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la
Familia, celebración que invita a profundizar en la
situación de miles de familias que están atravesando grandes
dificultades en tiempos de crisis, como pueden ser aquéllas
que tienen algún miembro con discapacidad. Además, este 2014
se conmemora el 20 Aniversario del Año Internacional de la
Familia, que fue proclamado en 1994. Por este motivo, la
Fundación Adecco ha elaborado el Tercer Informe Discapacidad
y Familia, cuyo objetivo es realizar una aproximación a la
situación de las familias que tienen a personas con
discapacidad, así como identificar sus preocupaciones,
necesidades y demandas.
Las conclusiones del informe se basan en una encuesta
realizada a 500 familias residentes en España.
El familiar con discapacidad es lo primero
Los resultados de la encuesta arrojan un gran compromiso de
las familias con sus hijos con discapacidad. De hecho, un
85% de los encuestados afirma que éstos reciben terapias o
tratamientos específicos que impactan positivamente en su
desarrollo. Frente a ellos, un 15% declara lo contrario, en
la mayor parte de los casos por imposibilidad de afrontar el
gasto.
Centrándonos en este 85% observamos que la media de gasto
mensual dirigido a estas terapias se sitúa en los 400 €
mensuales, cifra que anualmente asciende a los 4.800€.
Esta cantidad llama especialmente la atención si la
traducimos a porcentaje. Así, para un mayoritario 33,8%,
esta cantidad representa entre el 20% y el 30% del
presupuesto familiar. Por otra parte, para un 18,4%, la
cuantía supone entre el 30% y el 40% del presupuesto
familiar. Además destaca un 4,8% para el que la cantidad
representa más del 40% de sus ingresos.
Según Teresa Pérez, Consultora de Plan Familia en la
Fundación Adecco: “Estas terapias son diferentes a las
actividades extraescolares que realizan los hijos sin
discapacidad (fútbol, ajedrez, natación, etc), ya que éstas
persiguen un objetivo formativo o de ocio, y las que reciben
los niños con discapacidad tienen un objetivo médico o
terapéutico: mejorar la calidad de vida, el estado de salud,
la autonomía física y/o psíquica, la integración laboral o
el desarrollo psicosocial. En la mayoría de los casos,
hablamos de tratamientos de larga duración, que se prolongan
en el tiempo para reforzar habilidades adquiridas y
conseguir nuevas”:
Llegar a fin de mes: un reto mayor
Un 58% de las familias se sustenta a partir de los ingresos
de una sola persona. En otras palabras, sólo uno de los dos
progenitores tiene empleo. En muchos casos, esta situación
se debe a una elección por parte de los padres, quienes
optan porque uno de los 2 trabaje fuera de casa, mientras
que otro se encargue de manera directa de los cuidados que
el hijo con discapacidad requiere.
Siendo mayoritario el porcentaje de familias en las que sólo
un miembro trabaja, resulta lógico pensar que las
dificultades para llegar a fin de mes se hacen mayores.
Según constata la Encuesta de Condiciones de Vida realizada
por el INE, aproximadamente un 65% de las familias españolas
encuentra más o menos dificultades para hacer frente a sus
gastos mensuales.
Esta situación aparece acentuada en el caso de las familias
que tienen a una persona con discapacidad. Según la presente
encuesta, un 75% encuentra dificultades para llegar a fin de
mes. Un 29% de ellas afirma que tiene que afrontar “muchas
dificultades;” un 17% encuentra “dificultades” y otro 29%
“ciertas dificultades”.
El siguiente cuadro muestra esta información en detalle. En
rojo, aparecen las familias que encuentran dificultades para
llegar a fin de mes, clasificadas en función de la
intensidad de esta dificultad. En blanco, las que no
encuentran ningún tipo de problema.
Entre las causas que subyacen a los mayores apuros de las
familias con miembros con discapacidad, podemos destacar los
ya mencionados recursos destinados a su atención y los
tratamientos específicos que recibe el familiar, para
mejorar su calidad de vida y fomentar su desarrollo.
Más sensibilización
Prácticamente la totalidad de los encuestados (97%) demanda
más apoyos para facilitar la vida de las familias que tienen
a personas con discapacidad. Por encima del aspecto
económico, destaca el social: un 66% considera que hace
falta más sensibilización en la sociedad y en los entornos
educativos y laborales para hacerlos más inclusivos.
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