Y hay que resaltarlo, aunque haya
sido por un terrible asesinato a la presidenta de la
Diputación de León.
Aquí no hay que hablar de accidente, aquí estamos ante una
acción criminal que ha dejado sin respiración a políticos, a
la Policía y a toda la población, especialmente a la de la
ciudad de León, sean del partido o de la corriente política
que sean.
No vamos a entrar ahora, no es nuestra intención, en cual ha
sido el móvil del crimen, pero lo cierto es que una persona,
con un alto cargo político provincial, ha sido privada de la
vida, por varios disparos a quemarropa.
Sean venganzas personales, sea cuestión de un puesto de
trabajo, o sea el hacer mal por hacerlo, lo cierto es que
una persona, en la flor de su vida, ha sido abatida a tiros,
cuando menos se esperaba.
Y por esto, por ese terrible hecho, la campaña a las
elecciones europeas ha sido suspendida, no sólo por deseo
del PP, sino por decisión de otros grupos, especialmente el
PSOE, que incluso ha llegado a aceptar la situación de
suspensión del cara a cara que en la noche del martes estaba
programado con el número 1 del propio PSOE y el primero,
también, del PP.
Aquí, y ojalá que se diera muchas veces, pero no por las
razones de ahora, aquí, digo, tanto la razón como el
corazón, en todos los grupos con sensatez, han visto más
importante que unos votos ese saber estar en unos momentos
tan difíciles para el PP, pero muy especialmente para la
política de León y más en concreto para la familia de Isabel
Carrasco.
Hasta ahora, los partidos políticos, a los que tantas veces
hemos censurado, en esta ocasión han demostrado un talante
que para sí hubieran querido en otros momentos mucho más
fáciles.
Y en cuanto a la autora o las autoras del crimen, ahora se
habla, supuestamente, de dos mujeres una de ellas de 55 años
y la otra, su hija, de 35. Ambas desde el lunes están
detenidas y las informaciones que llegaban ayer se
orientaban a que no estaban colaborando demasiado para
averiguar todo lo averiguable sobre el caso.
Es más, ayer mismo, la Policía no había dado con el arma
asesina que suponen que la habrían tirado al río, sobre el
que se estaba trabajando en la búsqueda de ese arma maldita.
Y es más, en la tarde de ayer, todavía, la Policía no había
podido saber cual de las dos mujeres había sido la que había
disparado contra Isabel Carrasco.
Hechos como este dejan perplejo a todo hijo de vecino, por
cuanto al igual que la asesinada a tiros, Isabel Carrasco,
las otras dos personas, supuestas autoras del crimen,
pertenecían al propio PP y con la particularidad de que la
más joven de esas dos mujeres, supuestas asesinas, había
sido despedida, ya hace tres años, de un trabajo en la
Diputación de León.
Muchos datos, muchas posibilidades, un puzzle que no se
acaba de conformar, y entre tanto un cadáver que ya no
volverá más a su puesto, ni con honras, ni con críticas de
ningún tipo.
Y es que el corazón de algunas personas es duro como el
pedernal y ni siquiera en hechos como éste, personas que
debieran tener tacto y tino, son capaces de reprimir el odio
que les proporciona ciertas siglas ¿No es así, Pablo
Iglesias?. Así como suena, un aspirante a llegar a Europa,
no sé con qué programa, pero con la rabia, la fobia y la sin
razón a todo lo que no sean sus siglas.
Pablo Iglesias, por ser vos quien sois y por proceder de
donde procedéis, sólo mereces asco, porque tus palabras del
lunes tras el crimen de León, con el cadáver, todavía, en
caliente son irreproducibles. Pablo Iglesias, maldita sea la
madre que te parió.
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