El oscurantismo y la sospecha
planea sobre los Planes de Empleo de la Ciudad Autónoma de
Ceuta por la forma de desarrollarlos sin la menor
transparencia. Un asunto extremadamente peligroso, ya que
supone jugar con fuego, cuando el estado de necesidad de
tantas personas puede derivar en un estallido social, ante
situaciones que se vislumbran como injustas, de tratos de
favor y ‘enchufismo’, opacas en su gestión y ya denunciadas
previamente por el secretario general de UGT, Antonio Gil y
que ahora vuelven a incidir en los mismos extremos, los
miembros de la Asociación de Apoyo a Parados del Príncipe
calificándolos de “oscurantismo”.
La ausencia de listados con las identidades de los
seleccionados, de la publicación de criterios de selección,
de plazo de reclamaciones y, en definitiva, todo un conjunto
de anómalas situaciones para un proceso público que se
entiende ha de ser transparente, deja entrever una serie de
“puntos negros” que conllevan la asociación de ideas hacia
la presunta connivencia SEPE-Ciudad Autónoma como denunció
UGT en 2012, o un posible tráfico de influencias en donde se
pueden beneficiar unos “elegidos” que son situados en sus
puestos por la viceconsejeria de Empleo, como ya denunció en
su día el mencionado sindicago ugetista.
Se requieren luz y taquígrafos para no caer en la sospecha
permanente y en la indignación general. De no hacerse así,
no caben luego lamentarse de situaciones indeseadas o de
comportamientos indignados. Cuando se cuestiona la forma de
proceder acerca de las fórmulas aplicadas para colocar a 248
personas, se está a un paso de cualquier conflicto. El
empleo es algo muy serio y que no puede convertirse en un
elemento bajo sospecha o con vitola de tráfico de favor.
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