Jornada festiva en el colegio de la Inmaculada en
conmemoración de la festividad de la Vírgen de Fátima, con
una serie de actos en el patio del centro docente, donde
hubo una procesión, pancartas alusivas a la solidaridad,
poesías en honor a la Vírgen y baile de sevillanas. Ha sido
el preludio al acto central de entrega, por parte de esta
comunidad educativa, de 700 kilos de alimentos no
perecederos que han ido aportando alumnos y profesores.
La propia directora del centro, dijo a los medios de
comunicación allí reunidos que “nos sentimos muy orgullosos
de poder participar en esta iniciativa de la compaña
solidaria de alimentos para tantas personas que pasan
hambre”. Mari Carmen R oca Cajal, añadió: “Estamos en la
trinchera de la pobreza y la vulnerabilidad social. Por ello
hemos pedido a nuestra comunidad educativa el ánimo de
solidaridad porque hemos querido vincular los sentimientos
religiosos y humanitarios para que nuestros jóvenes sean
responsables en la sociedad del futuro”.
De ahí el homenaje a la Vírgen en la advocación de la Vírgen
de Fátima, con la procesión donde participó todo el colegio,
en un acto en el que se requirió la solidaridad de todos. La
entrega de alimentos fue ayer con una concienciación que
llegó hasta los mayores que, normalmente suelen ser los más
reacios. “Queremos que, a través del recuerdo de la Vírgen,
las fiestas y celebraciones sirvan para ser hombres y
mujeres buenos en la sociedad”, dice la directora del
colegio.
La entrega de bolsas de comida se realizó por parte de los
propios escolares, a través de varios carros de la compra,
llenándose hasta ocho con todas las aportaciones que sumaron
finalmente 700 kilos de alimentos solidarios y la aportación
económica de los antiguos profesores de algo más de 2.000
euros en metálico como ayuda para los más necesitados.
Germinal Castillo, en nombre de Cruz Roja, alabó que la
comunidad educativa de Ceuta sea tan solidaria en estas
campañas, “porque cada vez hay más familias en situación de
exclusión social y son muchas las ayuda a dar, ya que se han
multiplicado por el estado de necesidad”.
No solo son alimentos, sino productos de higiene y otros de
tipo de ayudas para el pago de la luz y el agua. “Se
agradece –dice Germinal Castillo-, el gesto solidario en
alimentos por la concienciación para llevar el mensaje
solidario de esta institución”.
Una furgoneta de la entidad humanitaria retiró las bolsas de
alimentos para ser distribuidas en las muchísimas familias
que, a diario, demandan alimentos para saciar su hambre. En
esta ocasión el colegio de la Inmaculada ha aportado su
granito de arena solidario contribuyendo a la ayuda que
requieren tantas familias necesitadas.
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