La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F)
reclamó ayer a las diferentes formaciones políticas que
incluyan medidas concretas para reparar la calidad de los
servicios que reciben los ciudadanos y las condiciones
laborales de los empleados públicos, en el marco de la
campaña para las Elecciones Europeas.
El presidente autonómico de CSI-F en Ceuta, Ricardo
Martínez, al igual que el resto del sindicato a nivel
nacional advirtió de que las formaciones políticas “no se
pueden permitir el lujo de dar la espalda a las aspiraciones
y reivindicaciones de 2,6 millones de trabajadores de las
administraciones y a sus familias, maltratados injustamente
desde el comienzo de la crisis económica”.
A juicio de Martínez, el principal error cometido por los
diferentes partidos políticos ha sido el de “dar la espalda
a los profesionales de nuestras administraciones públicas
con políticas impuestas desde fuera de nuestras fronteras,
sin tener en cuenta las necesidades, las aspiraciones y la
voluntad del conjunto de los empleados públicos para
mantener las señas de identidad de nuestro estado del
bienestar que además, desde sus comienzos, han formado parte
del ADN de la construcción europea”.
Los partidos, especialmente aquellos que tienen
responsabilidad de Gobierno, tal y como así lo manifestaba
ayer el presidente autonómico de CSI-F en Ceuta, “deben ser
conscientes de que el voto de los empleados públicos puede
decantar la balanza electoral en un sentido u en otro,
porque ya ha sucedido en el pasado”.
En este sentido, Martínez insistió en que “desde la
independencia que siempre ha sido seña de identidad de este
sindicato, CSI-F actúa como correa de transmisión de sus
bases para trasladar el malestar que existe en la actualidad
con las siguientes propuestas: Defender de manera nítida en
las instituciones europeas la necesidad de pasar página a
las políticas de recortes hacia las administraciones y
servicios públicos impulsadas desde Bruselas. Los servicios
públicos no han sido el origen de esta situación y por tanto
no deben cargar con las consecuencias de los ajustes;
Definir la estructura básica de las administraciones, con un
plan de recursos humanos que detecte las necesidades en las
plantillas y ofrecer garantías de estabilidad en el empleo;
Establecer un catálogo de servicios públicos que única y
exclusivamente deben ser prestados por empleados públicos;
Blindar la profesionalidad de los empleados públicos,
evaluar el desempeño y promover la carrera profesional;
Establecer una hoja de ruta para compensar a los empleados
públicos por los sacrificios impuestos (bajadas de sueldos,
modificación unilateral de jornadas, despidos, descuentos
por baja médica…) de manera paulatina a la recuperación
económica que ya empieza a vislumbrar el Gobierno”.
En definitiva, tal y como así lo reconocía ayer a este
diario el presidente autonómico de CSI-F en Ceuta, lo que el
sindicato quiere “es una apuesta real y políticas concretas
para convertir a las administraciones en uno de los motores
de crecimiento de nuestra economía y creación de empleo de
calidad. Los empleados públicos reclaman su cuota en la
recuperación del país, porque fueron los primeros en sufrir
las consecuencias de la crisis y ahora no pueden ser los
últimos en iniciar la recuperación”.
Finalmente, para Martínez, las elecciones europeas “son una
oportunidad inmejorable para reconciliarse con el colectivo
de empleados públicos de este país (sanitarias, maestros,
carteras, funcionarios, policías, jueces…) que con una
enorme responsabilidad, han dado lo mejor de sí mismos, en
estos momentos de dificultad para todos los españoles”.
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