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El anuncio del Gobierno de la
Ciudad de destinar 50 millones de euros para la lucha contra
el paro en dos años es una entelequia que ha sido contestada
por los partidos de la oposición que se presentan a las
elecciones europeas, en clave electoralista por parte del
Partido Popular. Para el PSOE es “la escenificación de la
mentira” y para Caballas “una obscenidad” además de
calificarla como “publicidad engañosa en materia de empleo”.
Un anuncio que viene acompañado por los 11.000 desempleados
que, según el Gobierno se verían beneficiados de esta lluvia
de millones de euros, cuando el propio presidente, en el
debate del Estado de la Ciudad dijo muy contrariado por las
presiones de la oposición sobre política de empleo, que
“quien diga en esta ciudad que se pueden crear seis mil o
siete mil puesto de trabajo, está vendiendo humo”. ¿Y ahora,
el PP qué vende? ¿Acaso una promesa virtual dirigida a los
desesperados parados para que les voten?
Con la necesidad de las personas, con la precariedad de
seres humanos, con la exclusión social, no se puede jugar
con la frivolidad con la que lo hace el PP. No se puede
rechazar en Pleno una propuesta de Caballas para un Plan de
Empleo para quienes estén en riesgo de exclusión social y
ahora sacarse de la chistera, como un conejo de la suerte,
que se va a crear un Servicio de Orientación Laboral
paralelo al SEPE con un censo de parados, como si el mejor
censo de desempleados no lo fueran las propias listas del
Ministerio de ¿Trabajo? Utilizar estos recursos tan
ficticios como oportunistas en campaña electoral es una
forma de burla al electorado y un insulto a su inteligencia.
Los ciudadanos reclaman más hechos y menos promesas.
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OPINIÓN / EDITORIAL
