La acusación pública y notoria
realizada por la Coalición Caballas al Gobierno durante el
último Pleno, sobre el pago de éste del consumo de luz a
Urbaser en la Planta de Tranferencias, no puede quedar sin
las explicaciones pertinentes por parte del Ejecutivo de
Juan Vivas. Ayer el secretario general del PSOE afirmó que
este hecho demuestra que el “caso Urbaser” sigue vivo y
evidencia que es preciso clarificar el trasfondo de un nuevo
quebranto económico que siempre tiene como final el
beneficio a la antigua empresa adjudicataria de la limpieza
viaria, por las razones que sólo el Gobierno de Juan Vivas
sabrá y habrá de explicar a la opinión pública, en vez de
escudarse en supuestas campañas en su contra.
El interés general al que tanto dicen defender los miembros
del Gobierno, merece, exige y tiene derecho a saber, las
razones de esta “generosa” actuación de despilfarro con
dinero público en favor de una empresa privada. Y como la
acusación de Caballas fue pública, las explicaciones del
Ejecutivo, también han de serlo para que nos enteremos todos
de una vez qué pasa con Urbaser y las razones de estos
excesos inexplicables. Sorprende que el presidente Vivas y
su portavoz salieran con una rápidez inusitada a comentar el
‘archivo penal’ del ‘caso Urbaser’, mientras que
transcurridas 48 horas de la nueva y grave acusación de
Caballas, ambos guarden un silencio estruendoso. ¿Qué se
esconde para justificar estas conductas? ¿Simples errores?
El hecho de que la Ciudad pague los recibos de luz que
corresponden a Urbaser es un hecho gravísimo por hacerlo con
dinero del erario público.
Urbaser parece que es la “bestia negra” de Juan Vivas y su
Gobierno. Una especie de “monstruo de las mil cabezas”, que
adquiere diversas formas, según el ámbito en el que se
desarrolla “el caso” que corresponda. Con tantas sospechas y
con tan nula claridad, la mejor campaña de imagen que podría
hacer el Gobierno es hablar claro de una vez explicarse
sobre sus actuaciones y asumir responsabilidades.
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