Las cifra del paro en el mes de
abril en nuestra ciudad vuelven a arrojar un balance
desolador, por cuanto el aumento en 398 personas más sin
trabajo, supone un repunte del 3,06% en relación al mes
anterior. Una situación endémica que mueve a la reflexión
para abordar de manera decidida políticas que provoquen un
vuelco a estos números. Si con las ayudas estatales no es
suficiente, como ya dijo el presidente de la Ciudad, que
consideró inviable rebasar el 50% que ya se recibe, bueno
será que todas las fuerzas políticas se movilicen para esta
auténtica revolución pendiente, cual es el empleo, el mayor
problema con diferencia de los que más preocupan a los
españoles y, por ende, a los ceutíes.
El cambio de modelo requiere un frente común, unas acciones
conjuntas y orientadas a la generación de empleo, más allá
de esos Planes de carácter paliativo, eventual y pasajero.
Los propios agentes sociales han planteado en otras
ocasiones diversas alternativas, para las que se requieren
imaginación, decisión y apuestas novedosas que incentiven un
mercado laboral en precario como el que tenemos en Ceuta.
Ha llegado el momento de acometer con urgencia decisiones
importantes y decididas, en las que se anteponga el empleo
estable a situaciones transitorias. La captación de
inversión ha de ser prioritaria para el Gobierno de la
Ciudad, así como estimular nuestro tejido productivo. Las
fuerzas sociales y políticas han de trabajar para evitar la
desolación de tanto paro. Hasta ahora, es evidente que no se
ha dado con la tecla que genere confianza y trabajo. Habrá
que no escatimar esfuerzos por intentar buscar la fórmula
que no haga de Ceuta la capital del desempleo. Vamos a ello.
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