Otra guerra abierta con final
imprevisible se acaba de iniciar, en el momento en el que
han aparecido, un año más, las tradicionales cruces de mayo
que atraen a cientos de personas, tanto para hacer los
preparativos de esas cruces, como, de paso, “tomar una
cerveza”, echar un rato, en la correspondiente sede y, ¿por
qué no?, en alguna ocasión, quedarse a comer allí.
Esto y algo más, pero de este corte, se da en las cruces,
con lo que llegados a este punto, a mí me parece que nada
malo hay en ello, o eso creía yo, hasta que he visto el
malestar que hay en el sector de la hostelería, donde se
empieza a hablar de competencia desleal. Sobre eso habría
que hablar y decir muchas cosas, algo que haremos otro día.
Naturalmente la Cámara de Comercio ha tenido y tendrá que
salir a escena, las veces que sean precisas, para pedir que
las Cruces se limiten a un fin de semana. Bueno ... .
De momento, es lo que hay, no ha habido más y no creo que
este año lo haya, porque con empezar a moverse y mientras se
pudiera llegar a algo diferente a lo que hay, ya se habría
pasado el mes.
De momento, parece que la preocupación de los hosteleros de
Ceuta es tal que han enviado un escrito a Festejos para que
desde aquí se permita su apertura sólo ese fin de semana,
con lo que el sector de la hostelería no sufriría eso que
ellos llaman la “competencia desleal”, pero, de rebote,
podrían sufrir un revés que para muchas supondría su propio
final, algo que no están dispuestos a permitir en la mayoría
de estas cruces.
Y aquí viene la situación complicada para todos, porque la
Cámara dice que apoya firmemente a las Cruces, por ser parte
de la cultura de Ceuta, pero junto a esto, o frente a esto,
exigen que la celebración tendría que imitarse a un solo fin
de semana, a fin de perjudicar lo menos posible al sector de
la hostelería.
Los intereses, que nadie lo dude, están más que encontrados
y se pueden llegar a prolongar estos enfrentamientos si,
como ha pedido Karim Boulaix, Festejos o la autoridad
competente llevan a cabo un registro de participantes, un
control suficiente para garantizar las medidas mínimas de
seguridad y sanitarias.
Se empieza a pisar en un terreno resbaladizo, porque una
inspección sanitaria rigurosa, en todos los establecimientos
de hostelería podría llegar a que una tercera parte de
establecimientos tuviera más de un problema, pongamos por
caso.
Y Festejos se ha salido por donde ha podido, de momento con
lo que menos pesa, con el silencio, al tiempo que se va
filtrando por ahí algo que es cierto, que la apertura de las
Cruces de Mayo no es algo que sea responsabilidad de
Festejos.
El problema va a ir creciendo, aunque, afortunadamente,
cuando estuviera apto para poder tomar algunas decisiones,
con el final de mes se habría solventado el problema de las
Cruces.
Lo que queda muy claro es que cada parte juega sus bazas,
por un lado por lo que afecta al área cultural de Ceuta y
por la parte contraria por la situación de caída, cada vez
más, que viene afectando a muchos de esos establecimientos
que, a duras penas, pueden mantenerse abiertos.
El escrito a la Consejería de Festejos marca, con mucha
claridad, la caída, en la actividad, que se produce en este
mes y añade otra serie de dificultades más.
Las peticiones de los hosteleros necesitan una respuesta,
pero las Cruces de Mayo también tienen algo que viene de muy
atrás, y mucho más si son aceptadas y lo son, por un
amplísimo sector de la población de Ceuta.
|