Jóvenes Caballas defiende que “para ofrecer la posibilidad
de emancipación hay que crear empleo”. Pero para los
localistas aún así es fundamental “regular y acabar con los
desproporcionados precios del alquiler en Ceuta que
proporcione una oportunidad a la juventud ceutí, a parte, de
recuperar el terreno militar para la construcción de
viviendas de protección oficial”.
Su catálogo de propuestas aboga por un Plan Juvenil de
Vivienda que ofrezca 100 viviendas anuales para jóvenes en
régimen de alquiler “de no más de 150 euros mensuales” y
asegurar un cupo del 30% de viviendas de protección oficial
para jóvenes.
Además esigen “transparencia y claridad en la adjudicación
de viviendas por parte de EMVICESA” y que “todo suelo
público, cedido o expropiado”, se destine para la
construcción de viviendas”.
Además proponen la “cesión de suelo municipal para la
construcción de viviendas en régimen de cooperativas para
jóvenes”, y la “máxima bonificación posible en las tasas
administrativas de todos los trámites en la adquisición de
viviendas por parte de jóvenes”.
Jóvenes Caballas cree necesario “luchar contra la
infravivienda, exigiendo que se cumpla la normativa de
consumo. La vivienda, por encima de todo, es un bien de
consumo y quizá el más importante y las inspecciones y
peritajes públicos se deberían establecer mediante convenios
con organizaciones de consumidores y usuarios”. También cree
necesario “reajustar la normativa por responsabilidad,
vicios ocultos, condiciones de habitabilidad…, en especial a
las viviendas de segunda mano”.
Otra propuesta de Jóvenes Caballas es “potenciar la puesta
en uso de las viviendas vacías, mediante políticas de acción
positiva, como las ayudas a la rehabilitación, y medidas
sancionadoras, a través de una fiscalidad que grave el
mantenimiento de viviendas en desuso y que incentive su
salida al mercado, preferentemente de alquiler”.
Además Jóvenes Caballas proponr “promover la creación de
censos de vivienda vacía en la ciudad y la creación de
avales con fondos públicos para la compra de vivienda,
destinados a cubrir el porcentaje que no garantiza la
hipoteca”, ya que defiende que “es una iniciativa bastante
segura y con alto grado de fiabilidad, pues el riesgo de
morosidad en estas ocasiones es mínimo ya que a nadie le
interesa dejar de pagar su hipoteca ante la inminente
ejecución de la misma. Esta intermediación pública evitaría
que la entidad financiera desconfíe de la solvencia del
joven”, concluye Jóvenes Caballas.
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