Estamos en vísperas del comienzo,
en vísperas de lo que “pretende ser una nueva reconstrucción
de la Europa de hoy.
Y he dicho “pretende ser” porque con toda la cara del mundo,
los mítines que se aproximan van a llevar esa etiqueta, como
si Europa no hubiera existido antes, o como si hubiera sido
preciso que entrara España porque la UE, antes el Mercado
Común, hubiera estado sin directrices y sin normas, bien
acondicionadas, y necesitara que fuera España la que lo
pusiera en orden todo.
Vistas así las vísperas de esta campaña electoral, a uno le
tiene que dar vergüenza ajena que, desde las filas del PSOE,
esa jovencita que quiere ir a Bruselas, en cabeza de la
lista, hable de una forma tan desafortunada como lo hace,
aportando la nada desde su partido, para el mejor
funcionamiento de la UE.
Y si nos vamos a la otra acera, más de lo mismo, aunque con
más tino, posiblemente, más tablas y más conocimientos de lo
que se cuece en Bruselas, pero, también, Díaz Cañete debiera
empezar a mirar, para ver y, sólo después de eso, actuar.
Eso mirando de aquí hacia fuera, pero la pregunta que nos
hacemos desde aquí es ¿Qué pensarán los pesos-pesados de
Europa al ver a parte de esta patulea que quiere estar allí
presente?. Creo que esa Europa ya no es la misma, porque de
haber sido un organismo, como era, serio, bien organizado y
sensato, en todos los sentidos, no permitirían que
representantes de ciertos partidos políticos, que vienen de
fraudes constantes, al dinero de todos, o a las cajas A-B-C,
de sus propios partidos, a esos partidos habría que haberles
cerrado la puerta, desde el primer día, o colocar en esas
puertas unos filtros por los que no se pudiera colar ni la
respiración.
Esto es lo que hay en PSOE, PP, CiU y todos los que se
arriman al lugar de donde puede “caer” un carguito van con
la misma “escuela”, esa de que “hay que cogerlo de donde lo
haya”.
La campaña está a punto de comenzar y los de Rubalcaba
cuentan con poder ganar las elecciones, sin temer para nada
lo que debiera significar la serie de problemas de
Andalucía, ahora, de otras partes, en su justo momento.
Por su parte los del PP, con ese hombre de “las barbas
blancas”, ese hombre que como ministro ha dejado bien el
pabellón que representaba, debiera ser el que se llevara el
gato al agua, desde el primer día, pero, también, en su
partido hay muchas cosas que deben gustar poco en Bruselas.
Estos son los dos grandes, los dos partidos que se van a
repartir el bacalao, los que aspiran a todo, porque los
demás son meros acompañantes o simples comparsas que nada
han pintado y nada van a pintar.
El pregón está a punto de comenzar, las gestas, victorias,
batallas épicas y demás van a empezar a salir, y durante
muchos días, además de molestarnos, y mucho, vamos a tener
la oportunidad de conocer otras partes más de las entretelas
de diversos partidos.
Y habrá menos barullo de altavoces por las calles porque me
da en la nariz de que ahora hay poco, o casi nada, dinero
para los “mítines”, con lo que todos saldremos ganando,
porque de esta forma veremos como es capaz de desenvolverse
el personal para poder prometer algo que casi nunca cumplen
después, y ahora ni siquiera con “regalos”.
En otro tipo de elecciones, cualquier obra, por ejemplo,
puede dar una larga serie de votos, aquí es otra cosa, aquí
las obras principales debieran estar para que no se tengan
que marchar nuestros jóvenes a trabajar fuera.
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