El sábado fue un día relajado,
sobre todo después del apretón de ayer viernes durante la
inauguración del II Festival de Arte y Patrimonio en el Rif.
Por la mañana, un paseo hasta Cebadilla y subida a una
antigua posición militar desde la que se divisaba una
hermosa (y estratégica) panorámica de la ciudad y sus
alrededores, destacando en un flanco y sobre Bujibar los
restos de otra posición, llamada por los lugareños Paloma
Blanca. Por la tarde, un desfile de vestimenta típica de la
región junto a una muestra de música folklórica, simpático
reparto de regalos y la proyección del documental “Izran”,
de Warid El Moussaui, en el cuidado complejo de Aldeas
Infantiles SOS en Imzouren (ruta de Tensamám), entidad
benéfica que como en otras partes del mundo desarrolla una
excelente labor con la infancia abandonada. Y hasta mañana
que será otro día.
Sobre Cebadilla y tras exponer Omar Lamalam, investigador
sobre el patrimonio del Rif, una panorámica sobre el
desembarco español (con apoyo francés) de 1925, me permití
hacer una acotación que fue recogida por la profesora Karima
Boualal (asistente también a las primeras jornadas del año
pasado, igual que este escribano del limes), es decir que
españoles y franceses se enfrentaron a la secesionista
República del Rif de Mohamed Ben Abdelkrim El Jatabi, en
nombre y con autoridad interpuesta del mismo sultán, cuyos
magros efectivos (las tropas jalifianas) luchaban en el
irredento Protectorado al lado de las españolas. Y eso hay
que contextualizarlo, igual que el aire de satisfacción del
buen sultán Muley Yussef cuando, al lado de los franceses,
celebró sonriente en París la derrota del emir Abdelkrim.
Ahí están los documentos… y las fotos. Lo que históricamente
no se puede hacer, tomen nota en Rabat y lo escribo con
cariño, es tocar las campanas y estar en la procesión. La
historia es como fue, no se puede inventar y los rifeños (lo
mismo que los españoles y el resto de marroquíes) tienen
derecho a saber lo que realmente pasó, con sus luces y
sombras a despecho de tirios y troyanos. Que cada palo que
aguante su vela y salga el sol por Antequera, ¡voto a
Breogán!.
Finalicemos como es habitual con otra parrafada del genial
manco de Lepanto, por cierto de emboscado origen judío o
morisco, quien tras participar heroicamente en “la mayor
batalla que vieron los tiempos” (cito más o menos, escribo
de memoria) advirtió aquella sabia sentencia de: “A la
guerra me lleva mi necesidad, si no fuera por ella no iría
en verdad”. Volviendo a nuestro notario melillense Manuel
García de Fuentes Churruca, en esa joyita de libro que es
“Ciento un refranes del Quijote en tamazight” (2005): Porque
cuando hay abundancia, las soluciones llegan con rapidez, se
dice en la Parte 2ª, Capítulos XXX y otros. O sea, “En casa
llena, pronto se guisa la cena”. Y el problema de fondo del
Rif, no es de independencia es de trabajo y calidad de vida,
desarrollo en suma. Como ayer y delante de un mañanero café
en el hotel Mohamed V, le comentaba con toda confianza a mi
estimado amigo el presidente del Consejo Regional, Mohamed
Budra: “A mi entender los problemas del Rif son hoy día de
gestión”. Haya salud. Visto.
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